Cultivar plantas en macetas es todo un arte. Y es que además de ser una de las alternativas más simples y efectivas, contribuye a que las diferentes especies luzcan el doble de lindas.
Si bien hoy en día existe una amplia variedad de formas, tamaños, colores y materiales, las mejores macetas son aquellas que tienen porosidad, ya que conservan más la humedad, como por ejemplo las de fibrocemento, terracota, piedra o madera.
Pero más allá de las diferentes opciones, para tener éxito en el cultivo de plantas en macetas es fundamental tener en cuenta una serie de condiciones. Acá te contamos cuáles son.
Macetas mini. Si bien son divinas e ideales para plantas pequeñas y delicadas, es fundamental cambiarles la tierra en primavera, ya que con el agua de riego se pierden muchos nutrientes.
Macetas grandes. Al ser más difíciles de manipular, el recambio de tierra es más complejo. Por eso se recomienda carpir la superficie sacando al máximo la tierra de arriba para agregar una nueva capa (al menos unos 5 cm.). También se recomienda fertilizar en primavera.
Tierra. El sustrato tiene que ser de muy buena calidad. Por lo general, en los viveros y florerías venden bolsas con tierra ya acondicionada para macetas, pero también se puede preparar en casa poniendo tierra negra + compost en partes iguales (esta mezcla evitará que se compacten las raíces de la planta).
Drenaje. Sí o sí todas las macetas tienen que tener un agujero en la base como drenaje para permitir la salida del exceso de agua. Caso contrario, es probable que las plantas no prosperen. Por otro lado, se recomienda tapar el orificio con piedras o leca para evitar que la tierra haga de tapón e impida la salida del agua.
Riego. La frecuencia de riego varía de acuerdo al tamaño de las macetas pero también de la especie y la ubicación. Pero por lo general, en macetas pequeñas los riegos suelen ser más abundantes. En cualquier caso, siempre se recomienda mantener las raíces frescas y húmedas pero sin caer en los excesos.
Limpieza y poda de plantas. La poda de limpieza es fundamental para que la planta prospere y continúe con la producción. Solo hay que sacar las hojas marchitas y las flores ya florecidas para evitar que semillen.
Humedad. Para mantener un buen nivel de humedad en macetas que están ubicadas en pleno sol, se recomienda agregar en la superficie mantillo de hojas o chips, ya que también ayudan a evitar el crecimiento de las malezas.
Trasplante. Las plantas que por su edad o tamaño hayan agotado totalmente la tierra de la maceta se deberán trasplantar a una más grande, teniendo mucho cuidado de no romper las raíces. Por otro lado, no se tiene que enterrar la planta más de lo habitual, sino que hay que conservar su cuello al mismo nivel que tenía antes. Si por la cantidad de raíces resulta difícil de trasplantar, no queda otra que romper la maceta.
Limpieza de macetas. Una vez trasplantada la planta y si se desea plantar otra especie en la misma maceta, se recomienda sacar toda la tierra que haya quedado pegada en las paredes y luego lavarla por completo para evitar que, si la planta anterior estaba enferma, se vuelva a propagar la enfermedad.
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