El proyecto de interiorismo desarrollado para este departamento partió de una premisa clara: respetar y resaltar su estilo original, mientras se adaptaban los espacios a las necesidades y estilo de vida de sus habitantes.
La intervención fue llevada a cabo por el estudio Somos Parq (@somosparq) y tuvo como eje central conservar los elementos clásicos —como los pisos de parquet y las molduras originales— y combinarlos con decisiones funcionales y estéticas que aportan modernidad, sin perder su esencia.
De clásico a moderno: el cambio de look del living
El living comedor fue uno de los espacios que demandaron mayor intervención, ya que se buscó recuperar los pisos originales y copiar las molduras existentes en techos y paredes para mantener la unidad estética.
En este caja deliberadamente blanca para que se luzcan mejor las obras de arte, conviven un sillón blanco (diseño de @somosparq) con almohadones comprados en Panamá, dos poltronas negras (Crate & Barrel), una mesa de centro (Eugenio Aguirre) y otra de arrime naranja (Ries) con una escultura comprada en Singapur.
La alfombra es un hallazgo de un viaje por Turquía. Sobre la chimenea, una escultura comprada en Guatemala.
Una buena razón para elegir mesa de comedor redonda
Para el comedor se optó por una mesa redonda. Acorde a la estética del departamento, se optó por este diseño de pergamino verde con base octogonal (@somosparq) con sillas de estilo retapizadas en terciopelo (Casa Superí). En lugar de lámpara, remata un móvil colgante (Flensted mobiles).
Una de las decisiones clave fue trabajar una base neutra en todos los ambientes, con el blanco en paredes, techos y muebles fijos. Esta elección respondió al deseo de los clientes de aportar color a través de obras de arte, objetos decorativos y mobiliario.
Un playroom de punta en blanco (listo para usar y jugar)
El playroom, originalmente planteado como comedor principal, se transformó en un este espacio de encuentro familiar por su generoso tamaño, buena luz y vistas privilegiadas; un gesto que refleja la mirada funcional e inteligente del diseño interior.
El mueble de tevé y guardado se diseñó a medida, respetando las molduras existentes para mantener la estética del ambiente.
Los tonos claros y las texturas suaves invitan al relax y al juego.
El desafío de reformar la cocina
Diseñada en conjunto con los clientes, la cocina fue uno de los espacios más desafiantes de este proyecto. El pedido más concreto fue que debía ser blanca, para maximizar la luz natural, escasa en este espacio.
Para darle más estilo, se replicaron las molduras del living y el playroom, y se colocó el mismo parquet que en el resto del departamento, logrando una continuidad visual que evita cortes abruptos y aporta elegancia.
El deseo de tener una isla fue cumplido gracias a un minucioso trabajo de redistribución y optimización del espacio. Esta isla se convierte en el corazón del área, con espacio de guardado, superficie de trabajo y zona de encuentro.
El comedor diario se diseñó en forma de “L”, para aprovechar al máximo el espacio disponible. Un cerramiento de vidrio repartido lo conecta visualmente con el playroom, aportando amplitud y luminosidad. El mismo parquet y la paleta clara lo integran con el resto del departamento.
La delicada ambientación del dormitorio en suite
En la suite principal, donde también dan la nota las molduras de las paredes, ropa de cama (Angelina Linen) con almohadón verde (comprado en Antigua, Guatemala) y alfombra (Zara Home). Mesas de luz (diseño de @somosparq) y mesa redonda (Beppo Home) junto a una lámpara de pie (Ikea) y una silla de anticuario.
La reforma de los baños
Los baños fueron intervenidos con precisión. Se conservaron tanto pisos como revestimientos de mármol, removiendo algunas placas con sumo cuidado para reubicarlas estratégicamente. en el caso del baño de la suiste, se creó una ducha en el lugar de un antiguo placard y se sumó un vanitory de madera bajo la mesada, generando mayor funcionalidad sin romper la estética original.
Producción: Victoria Blanco. Fotos: Christian Beliera y gentileza estudio.
