En una nueva cápsula de para ti DECO / íconos —una serie para ver y escuchar atentamente los retratos y las voces de los diseñadores, artistas y arquitectos más importantes de la Argentina— visitamos a Marcelo Mazza en su estudio, ubicado en Distrito Arenales, donde trabaja cada proyecto como un universo en sí mismo. Desde el mobiliario hasta cada mínimo detalle forma parte de una narrativa visual pensada para emocionar, inspirar y, sobre todo, habitarse.
“Cuando pienso en un espacio, ya me lo imagino diseñado”, dice. “Es una presentación en blanco, un lienzo limpio. Sobre eso empezamos a crear: las texturas, los pisos, las paredes… y así se arma el todo”.
El concepto “llave en mano”
Aunque su formación inicial fue en arquitectura, Mazza encontró en el diseño su verdadera pasión. “Estudié varios años, pero me empezó a interesar mucho más el diseño. Si bien hacemos algunos proyectos con obra húmeda, disfruto más la parte conceptual”, cuenta.
Su experiencia internacional le permitió consolidar un método que hoy define a su estudio: el producto llave en mano. “El producto llave en mano abarca desde las texturas hasta la vajilla, la iluminación o la ropa de cama. Me apasiona desarrollar un proyecto completo, no solo una parte. Nos gusta entregar espacios listos para vivir”.

Un diseño integral que se siente
En el estudio de Mazza, ningún ambiente se piensa de forma aislada. Cada proyecto parte de la idea de totalidad: todo está conectado. “A veces un cliente entra por una mesa y termina eligiendo las sillas, la iluminación… hacemos un 360. Vamos a la casa, abrimos el espacio y diseñamos el proyecto integral”.
También, una de las cosas que remarcó es que la mayoría de los clientes llegan por recomendación. “Cuando hacemos un espacio, los amigos o la familia lo ven y nos vuelven a convocar. Una cosa es verlo en foto y otra, en persona. Nuestro servicio incluye el antes, durante y después del armado”, explica.

Además, suma que las redes sociales también son una gran puerta de entrada. “Mostramos mucho lo que hacemos ahí, pero la experiencia real se da cuando el cliente camina el espacio, cuando lo toca y lo siente”.
Un sello: minimalismo, arte y texturas
El estilo Mazza es reconocible al instante. “Trabajamos con una paleta muy definida: off-white, negro y colores tierra. Nuestros clientes nos buscan por eso. Sumamos toques en bronce, pero casi nunca en plateado o acero. Me gustan los tonos bisón y los acentos en negro, que siempre están”.
El arte, dice, es un componente esencial: “Un buen cuadro, una escultura… En todos nuestros proyectos hay arte. Nuestro leitmotiv es ‘menos es más’. Muchas veces les digo a los clientes: ‘No compren más nada, con lo que hay se puede armar’. A veces, una buena pieza basta”.

Entre los proyectos que más recuerda, menciona uno que marcó un hito personal: “Fue con un cliente que primero tenía un departamento chico. Luego me llamó para hacer uno enorme, casi 500 metros, en una torre muy conocida de Buenos Aires. Vino con la ropa y el perro, nada más, y se mudó con todo armado. Ese proyecto me marcó muchísimo.”
Espacios que reflejan personas
Más allá de la estética, Mazza busca que los espacios sean vivibles y emocionales. “Queremos que los ambientes se usen, se toquen. Si no son funcionales, no sirven ni para mí ni para el cliente”.
Y todo parte de escuchar, por eso el diseñador comenta que "cada casa tiene un ADN propio y refleja a quien la habita". Además, agregó: "Uno entra a una casa y percibe cómo se maneja esa persona, qué siente, qué piensa. No hay nada más lindo que entrar a un espacio y decir: es el reflejo puro del cliente".
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