Cuando el verano pega fuerte y las temperaturas se disparan, las paredes de casa parecen un radiador encendido. ¿Te suena? Es porque los materiales con alta transmitancia térmica dejan pasar el calor como si fueran ventanas abiertas, haciendo que el aire acondicionado trabaje a full y tu factura de luz se dispare.
Por qué tu casa se convierte en un horno en verano
Si los techos y paredes no están bien aislados, la temperatura del exterior se cuela sin permiso. En invierno, el calor se escapa y en verano, entra sin invitación, obligando a los sistemas de calefacción y refrigeración a trabajar el doble.
Para que te des una idea, un aire acondicionado estándar consume unos 690 Wh por hora, pero con una buena aislación térmica podrías usarlo solo 15 o 20 minutos por hora y lograr el mismo resultado.
Encima, el sol que entra por las ventanas y se absorbe en techos y paredes solo suma grados al interior. Si nos ponemos técnicos, el techo es responsable de hasta 40% del calor que entra, los muros de un 30% y el piso otro 10%. Si no aislamos bien estas tres áreas -lo que se llama "la envolvente"- básicamente estaríamos viviendo en un horno.
Cómo lograr paredes frescas en verano
"En cualquier proyecto de obra nueva o rehabilitación, es importante elegir materiales de aislación térmica eficiente que cuenten con una baja transmitancia térmica, de lo contrario durante el verano el calor pasa a través de los muros provocando un aumento de la temperatura en el interior", explica Federico García Zúñiga, consultor técnico de Andima (Asociación Nacional de Industrias de Materiales Aislantes).
"La aislación térmica eficiente es fundamental para mantener un ambiente fresco y agradable en nuestras casas. Y además ayuda a reducir el consumo de energía para enfriar, lo que se traduce en un ahorro de hasta un 35% en el consumo de energía y hasta un 70% en las facturas de climatización".
La clave está en los materiales: lana de vidrio, poliestireno expandido y poliuretano son opciones eficientes para convertir la envolvente de tu casa en una barrera térmica.
"El aislamiento térmico eficiente en la envolvente de una construcción con cualquiera de estos tres materiales conforma la ‘tercera piel’ de la persona; permite aislar de la intemperie, que no entre el calor y lograr condiciones de confort, prolongando la temperatura ambiente de manera agradable", agrega García Zúñiga.
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