Oriundo de Suecia y primo hermano del hygge danés, el lagom es una filosofía que propone crear ambientes acogedores pero sin excesos. El diseño interior toma lo mejor de esta corriente con gestos que promueven el bienestar. Mirá de qué se trata.
La traducción del término lagom significa “moderar”. Y eso es lo que promueve y representa este estilo de decoración -y de vida- que es tendencia y que cada vez suma más adeptos.
También apodado como “el nuevo hygge”, apunta todas las fichas a crear ambientes cálidos, simples, funcionales y relajados siguiendo siempre la línea de la cantidad justa y de que menos es más.
1. El orden y la limpieza son la base primordial para encontrar el equilibrio perfecto en cualquier ambiente. Para eso, este estilo recomienda renunciar y desprenderse de los objetos materiales que ya no tienen uso.
2. Tanto los contenedores como los muebles prácticos y funcionales son fundamentales para los mentores de esta filosofía ya que contribuyen a mantener el orden gracias a su espacio de almacenamiento.
Eso sí, siempre en la cantidad justa para no saturar al ambiente.
3. Los colores neutros, terracota y pasteles son los que predominan en este estilo ya que aportan cierta cuota de relax, frescura y luminosidad a los ambientes. El gris perla también es un gran aliado.
Se puede jugar con algunos colores fuertes como azul, negro y marrón para obtener un contraste natural, pero siempre en la medida justa.
4. Los materiales preferidos que contribuyen a la armonía deseada que promueve este estilo son los naturales y cálidos, tales como madera, lino, ratán, algodón, seda y piedras.
5. Las plantas en interiores no pueden faltar, ya que favorecen a cualquier ambiente aportando color, vida y frescura natural.
6. La sostenibilidad también va de la mano con este estilo que promueve a evitar el consumo innecesario y que a su vez, incentiva a que los materiales que predominan sean orgánicos y reciclables.