Si tus sábanas y toallas tienen olor a humedad, puede que las estés secando mal. Acá te compartimos algunas recomendaciones que seguro te funcionan. ¡Tenelas en cuenta!
Uno, dos, tres días de lluvia o mucha humedad… Las sábanas y toallas sucias (además de la ropa, claro) se acumulan y nos desesperamos. ¡Todo un drama!
Y es que por más que las lavemos, estas condiciones climáticas hacen que su secado sea mucho más difícil. La buena noticia es que existen algunos trucos que te facilitarán la tarea y evitarán que estas prendas queden con olor a humedad. Acá te contamos cuáles son las más efectivas.
Una de las recomendaciones más fáciles y efectivas es utilizar programas cortos con centrifugado. De esta manera, las prendas van a ser un poco "más secas" después de ser lavadas.
Una vez terminado el lavarropas es súper importante colgar las prendas cuanto antes. Y es que si las dejamos mucho tiempo adentro del tambor, arrugadas y mojadas, lo único que conseguiremos es que aparezca olor a humedad.
Depende el clima. Pero si está lindo, nada mejor que aprovechar las mañanas de sol para conseguir que las prendas se sequen al aire libre. Ahora bien, en caso de que llueva, hay que tender adentro. (Acá te compartimos algunos tips para secar la ropa cuando llueve).
Al tender prendas grandes como sábanas, toallas y edredones, es fundamental colocarlas bien separadas entre sí y usar broches. De esta manera, evitamos doblarlas y que tarden más en secarse. (Cuanto más estiradas estén, mejor: se van a secar antes y, en consecuencia, acumularán menor humedad y malos olores).
Esperar a que esta prendas se sequen completamente antes de guardarla es súper importante. Incluso si está solamente un poco mojada o húmeda. Por eso, antes de guardarlas en el armario, chequeá que estén 100% secas para evitar el desagradable olor a humedad.