Cuando el diseño se alinea con una buena idea, no hay metros cuadrados que limiten la creatividad. Este departamento de 65 m2 ubicado en el corazón de Brasília es la prueba viva de que, con una reforma pensada al detalle, se puede lograr un hogar con muchísima onda, personalidad y funcionalidad.
¿El nombre del proyecto? Buriti, en honor al árbol típico del cerrado brasileño que inspiró la paleta, los materiales y hasta el espíritu del lugar.
La consigna fue clara: integrar ambientes, respetar la esencia del arte y los objetos del dueño, y lograr un espacio fluido, flexible y cálido.
¿El resultado? Una casa que respira naturaleza, diseño y funcionalidad por cada rincón.
Ambientes integrados y paneles que lo cambian todo: así pensó este departamento
La cocina se abre al living, la oficina también, y todo fluye sin interrupciones. Pero si necesitás privacidad, el depto tiene un as bajo la manga: paneles de madera perforada tipo mashrabiya que permiten cerrar el dormitorio o el escritorio sin perder luz ni ventilación. Pura magia funcional.
Una paleta que conecta con la tierra
Cada material fue elegido con pinzas para lograr coherencia y estilo. Las baldosas hidráulicas verde oscuro en todo el piso unifican los ambientes y le suman carácter.
En el baño, la terracota se roba el show con un tono vibrante que rompe la regla, pero la rompe bien. Y el cemento aparece en mesadas y en un nicho de bar que es puro diseño industrial con calidez.
Este departamento no solo se transformó: hoy cuenta una historia. De raíces, de arte, de cómo habitar un lugar con propósito y belleza. Una lección deco que demuestra que menos metros no significa menos impacto, sino todo lo contrario.
Ficha técnica
Ubicación: Brasília, Brasil
Arquitectos: Coarquitetos
Área: 65 m2
Fotos: Joana França
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