Dolce & Gabban hace varias temporadas que vienen apostando a las campañas multitudinarias llenas de buena energía y sonrisas.
Con un staff de modelos millennials, la dupla italiana intenta atraer al público más joven y así poder llegar a sus corazones.
Siempre multitudinarias y explorando diferentes lugares del mundo, la dupla italiana intenta reflejar el espíritu de la marca en sus campañas.
Esta nueva campaña fue realizada en las calles del centro de la ciudad de Milán y fue fotografiada por el gran Branislav Simoncik.
Un ambiente de alegría y celebración con una escenografía majestuosa que muestra la arquitectura de la ciudad italiana.
Lo maravilloso de esta campaña es que la gente común se relaciona con las moldelos e interaccionan con ellas creando imágenes únicas, y descontracturadas protagonizadas por los colores gris, negro, blanco y plata.
Tonos cálidos y envolventes, juego de volúmenes y mucha artesanía: las prendas de la colección, que se distinguen por la meticulosa elección de materiales como la lana y el terciopelo, enmarcan sonrisas en las caras de las modelos maquilladas con sus bocas rojas para realzar la belleza.
Estas campañas logran mostrar la moda desde otro lugar, transmitiendo alegría y felicidad en un ambiente juvenil y festivo.
Con un gran elenco de modelos jóvenes, Biana Balti, su musa a la cabeza, se presentó una colección que propone desde trajes con raya diplomática hasta blusas inspiradas en una moda romántica y de ensueño.
También los abrigos de tweed abrigaban las siluetas más sensuales vestidas con prendas de lencería.