Una receta con varios reemplazos alimenticios y trucos para que no falle ni pierda su sabor característico: bien almacenado dura dos o tres días en condiciones ideales, para disfrutar en cualquier momento de "antojo".
Paso 1: Batí las 4 yemas con la cuarta parte del azúcar hasta obtener una espuma blanca.
Paso 2: Montá las claras a nieve con la pizca de sal y el resto del azúcar.
Paso 3: Mezcla el almidón de maíz con el polvo de hornear, añadí la leche y remové, esperando que feremente unos segundos.
Paso 4: Batí un poco el yogurt para que pierda firmeza, luego sumá el fermento y añadí las yemas batidas y la ralladura de limón.
Paso 5: Con movimientos envolventes añadí una parte de las claras.
Paso 6: Añadí la harina de avena y continuá mezclando con espátula. Luego terminá de incorporar el resto de las claras siempre con movimientos envolventes.
Paso 7: Colocá la mezcla en una budinera previamente engrasada y llevá al horno precalentado a 180ºC durante 35 minutos. Transcurrido ese tiempo, abrí la tapa del horno, apagalo y dejalo reposar durante 10 minutos.