Una propuesta para despedir el año entre amigas, amigos, familia o en el ámbito laboral, y abrir el corazón al nuevo ciclo
A fin de año solemos hacer balances, listas y promesas. Sin embargo, hay algo que muchas veces queda fuera: el deseo dicho en voz alta, sostenido por otros y puesto en circulación.
Este ritual propone justamente eso: transformar el deseo individual en un gesto colectivo. No para diluirlo, sino para amplificarlo.
Porque cuando una persona puede desear algo para sí y, al mismo tiempo, desearlo para otra, algo profundo se ordena. El deseo deja de ser solitario y se vuelve un campo compartido.
Es un ritual simple, ideal para un encuentro entre amigas, amigos, familia o equipos de trabajo, previo a Navidad o como cierre consciente del año.
Qué se necesita
- Un cuenco
- Papeles y lapicera
- Una vela para el centro del círculo (opcional)
Preparar el espacio
Las personas se sientan en círculo.
El cuenco se coloca en el centro.
Si se desea, se enciende una vela como símbolo de presencia y atención compartida.
El primer gesto: escribir el deseo
Cada persona escribe un solo deseo.
Debe incluir algo personal y, al mismo tiempo, algo que pueda expandirse al entorno o al colectivo.
Una vez escrito, se dobla el papel y se coloca dentro del cuenco.
El juego ritual: la circulación del deseo
Cuando todos los deseos están dentro del cuenco, una persona comienza al azar: toma un papel y lo lee en voz alta.
La persona que escribió ese deseo se reconoce y dice, también en voz alta:
“Deseo que se te cumpla,
si vos también querés eso para vos,
así como yo lo quiero para mí,
y en armonía con mi entorno.”
Luego, esa misma persona toma otro deseo del cuenco y lo lee, habilitando a quien lo escribió a realizar el mismo procedimiento.
El gesto se repite hasta que todos los deseos hayan sido leídos.
El cierre
En este cierre de año,
confiamos en que el deseo compartido se amplifica.
Que lo dicho en este círculo
encuentre su cauce, su momento y su milagro.
Y que el nuevo ciclo nos reciba
en una frecuencia más amorosa, consciente y viva.
Fuente: astróloga Silvana Franceschini, @casahorizonte.ch, autora de "Bitácora lunar iluminando tus ciclos". Lo conseguís acá.
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