Charlene de Mónaco es dueña de una elegancia indiscutida y en cada evento, sabe cómo llevar lo protocolar sin olvidarse de las tendencias. Durante su última aparición pública, la princesa de Mónaco deslumbró con su look en el evento familiar Pique Nique Monégasque. Se trata de una tradición de mediados del SXX donde la monarquía festeja con sus ciudadanos.
Charlene asistió a esta celebración junto a sus hijos Gabrielle y Jacques y su esposo, Alberto II de Mónaco. Además los acompañó Mélanie-Antoinette de Massy, sobrina nieta del príncipe Rainiero. Durante su participación en el evento, los ojos de los invitados se posaron en el outfit de la princesa que cautivó con su estilo.
La royal optó por un vestido blanco de inspiración nupcial de Oscar de la Renta: se trata de una pieza con falda asimétrica, con mangas cortas y confeccionado en "guipur calado sobre seda". Este fue complementado con unos zapatos en color nude de Gianvito Rossi, el calzado preferido de las monarcas.
Este blanco del vestido transmite pureza y frescura mientras que el encaje equivale a feminidad clásica. Charlene completó el look con un maquillaje sutil en tonos nude, peinado recogido con raya al medio y un bouquet de flores de colores vibrantes que añadió un contraste primaveral al conjunto.
En el caso de la pequeña Gabrielle usó un vestido con diseño floral en color verde claro con dos finos tirantes y sandalias nude. En cuanto a su peinado, llevó unas trenzas cocidas y el cabello suelto con ondas, preservando un look femenino e infantil. También usó el ramo floral combinando con la imagen de su madre.
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