El blanco vuelve a ser protagonista, pero esta vez con nombre propio: Cloud Dancer, el color Pantone 2026 que marca un regreso a la calma, la simpleza y el lujo silencioso. Y si había una forma perfecta de anticiparlo, fue este look de Priscila Crivocapich: un vestido blanco asimétrico de Joti Harriague, lleno de movimiento, transparencias sutiles y una elegancia descontracturada que pide verano, aire libre y confianza radiante.


La silueta —un solo hombro, recorte lateral y tajo profundo— combina sensualidad y fluidez sin esfuerzo. Un estilo que encaja a la perfección con la filosofía del nuevo Pantone: liviano, inspirado en la pureza del aire y pensado para resetear la mirada.

El estilismo de Nat Ceccinatto mantiene esa misma línea etérea con sandalias minimalistas de Justa Osadía, makeup fresco a cargo de Melisa Di Bemedetto, pelo con ondas sueltas de Agustín Resia y joyas brillantes de Swarovski que aportan destellos sin romper la armonía del look.

El resultado: un outfit que no solo adelanta la estética 2026, sino que traduce el espíritu de Cloud Dancer en una imagen concreta. Un blanco natural que no compite, que ilumina, que invita a respirar. Y que, definitivamente, va a marcar tendencia.




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