A sus 86 años, el doctor Alberto Cormillot sigue sorprendiendo. Reconocido por su histórica trayectoria en el ámbito de la salud, el médico se mantiene activo, curioso y vital. Recientemente, debutó en una obra de circo en Pilar, donde realizó un número suspendido a varios metros de altura. Esa experiencia fue el disparador para que visitara el programa Nadie dice nada, conducido por Nico Occhiato en Luzu TV, donde compartió sus hábitos y filosofía de vida.

Una rutina intensa, con disciplina y disfrute
“La pregunta es por qué no”, respondió Cormillot al ser consultado sobre su ritmo de vida. El médico detalló que se levanta todos los días a las 4 de la mañana, va a la radio, trabaja en la clínica hasta las 17 y luego toma clases de baile o pasa tiempo con su hijo.
“¿Te duele la rodilla? Fortalecela. ¿Te duele la columna? Hacé abdominales. Cuando tengo un dolor, es una señal de que tengo que entrenar más”, explicó, dando cuenta de su enfoque proactivo frente al paso del tiempo.
Asegura que una de sus claves es cuidar el descanso: cena a las 19 y a las 21:30 ya está en la cama. “Mis claves son conocidas. Las podés encontrar en Wikipedia o te las da la Inteligencia Artificial”, comentó con humor, y enumeró: alimentación saludable, evitar el alcohol y el cigarrillo, mantener buenas relaciones y estar de buen humor.
Alimentación consciente, sin restricciones extremas
Cormillot no es dogmático con la comida: “Puedo comer cualquier cosa en cualquier momento”, aseguró. Su almuerzo suele ser una ensalada de frutas con frutos secos y bastoncitos de queso. A la noche, una milanesa chica con algunas papas fritas y ensalada. “Siempre mucha ensalada”, destacó.
Sobre los dulces, reveló que cena con una pequeña porción de helado de dulce de leche y limón, bien congelado. “Te da más trabajo con la cuchara y me entretengo más comiéndolo”, explicó, en una muestra más de su enfoque lúdico y medido de la vida cotidiana. Ya tiene las porciones preparadas con un peso entre 30 y 40 gramos.
Desayuno y snacks para sostener la energía
“¿Qué desayunás?”, le preguntó Occhiato. “Un huevo poché, un batido con leche especial con probióticos, vitaminas, una tostada con queso blanco y dulce de leche, queso magro y un vaso de jugo de frutas”. En la radio, toma un yogur, y por la tarde, antes de ir a la televisión, suele comer otro huevo y algo de queso.
Un ejemplo de vitalidad
El debut teatral de Cormillot no fue solo una anécdota. Representa una declaración de principios: mantenerse activo, desafiar los límites y vivir con sentido. A lo largo de su vida, no solo educó a generaciones sobre salud, sino que predicó con el ejemplo.
Desde sus redes sociales hasta las entrevistas, su mensaje es claro: envejecer no significa detenerse, y nunca es tarde para disfrutar, cuidarse y seguir aprendiendo.
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