Nació en Rosario, la misma ciudad que vio nacer a Messi, y hoy el destino los reúne en el mismo equipo: el Inter Miami. Mateo Silvetti es una de las grandes promesas del fútbol argentino y la gran revelación del Mundial Sub 20, donde sus goles fueron clave para que la selección dirigida por Diego Placente llegara a la final después de 18 años.
Pero antes de convertirse en el héroe del torneo, Mateo vivió una historia marcada por decisiones familiares, esfuerzo y una herencia deportiva que viene de generaciones.
Una familia de deportistas
Su padre, Diego Silvetti, alias El Perro, fue jugador de rugby en el Jockey de Rosario y llegó a vestir la camiseta de Los Pumas. Desde chico, Mateo creció entre pelotas ovaladas, entrenamientos y canchas. De hecho, comenzó su vida deportiva jugando al rugby en el club Fisherton, hasta que tuvo que elegir entre la guinda y la redonda.
"En un momento tuve que elegir porque me coincidían los horarios y me incliné por la redonda", contó en una entrevista. La pasión por el fútbol, inculcada por su bisabuelo y por el amor familiar a Newell’s, terminó marcando su destino.
De Newell’s a compartir cancha con Messi en el Inter
Mateo debutó en Primera División hace poco más de un año con la camiseta rojinegra, donde se destacó rápidamente con goles y asistencias. Su talento llamó la atención del Inter Miami, que lo fichó por 5 millones de dólares.
Hoy, el joven delantero comparte plantel con Lionel Messi, su ídolo y referente de siempre. “Salir de Newell’s y compartir equipo con Leo representa mucho. Estoy orgulloso de jugar al lado de él”, dijo en diálogo con Diario Olé.
El apoyo incondicional de su familia
Detrás del éxito de Mateo hay una familia unida que lo acompaña desde Rosario, con orgullo y emoción. Su mamá, siempre presente en las tribunas y en cada paso de su carrera, fue clave en su formación personal, mientras que su papá le transmitió la pasión por el deporte y los valores del esfuerzo y la humildad.
“Somos una familia que ama el deporte. Mateo siempre fue disciplinado, constante y soñador. Lo que vive hoy es fruto de su trabajo y su corazón”, contó su entorno cercano.
Un sueño en marcha
Con apenas 19 años, Silvetti ya se ganó el cariño de los hinchas y la atención del mundo futbolístico. Este domingo buscará levantar la copa con la Sub 20 y repetir la hazaña que en 2005 protagonizó Messi en Países Bajos.
Y mientras el fútbol argentino celebra su talento, en Rosario una familia entera vuelve a vivir los nervios y la ilusión que solo el deporte puede generar.
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