Chunchuna Villafañe, una de las mujeres más influyentes del cine y la televisión argentina, vive actualmente retirada, lejos de los medios y del ritmo que supo marcar en sus años de mayor exposición. A sus 91 años (que cumplió en el mes de abril), se encuentra acompañada por el cariño de su entorno más cercano, mientras atraviesa una etapa de tranquilidad.
Su hija, la actriz y cantante Juana Molina, compartió en distintas oportunidades detalles que permiten conocer cómo está hoy su mamá. En un posteo reciente, expresó: “Mi pobre vieja ya está un poco ausente. Ausente no, porque está muy presente, pero su yo, lo que la hacía ella, se desdibujó un poco”.
Fue el pasado 9 de abril, con motivo del cumpleaños 91 de su madre.
El presente de una mujer que marcó una época
Aunque se mantiene lejos del ojo público, Chunchuna conserva algunos rasgos de su carácter firme y mirada crítica. "Cuando voy a verla, después de unos ademanes, con mucho esfuerzo me dice: ¡cómo te teñiría el pelo!", relató Juana en tono afectuoso, dejando ver que esa esencia auténtica que siempre definió a su madre sigue viva.
A lo largo del tiempo, también compartió recuerdos cotidianos que revelan la sensibilidad y simpleza con la que Chunchuna vivió su rol de madre y anfitriona: desde mesas puestas con dedicación para agasajar a sus amigos, hasta almuerzos improvisados como calabaza al horno con puré de calabaza. Su amor por la cocina hindú y los pequeños rituales caseros son parte de ese legado emocional que permanece en su familia.
Un repaso por su trayectoria
Elva Villafañe, conocida popularmente como Chunchuna, fue una figura destacada del cine argentino de los años 60 y 70. Arquitecta de formación, inició su carrera como modelo y rápidamente se convirtió en referente de estilo, belleza y talento.
Su papel más recordado fue el de Cecilia en La historia oficial (1985), la película de Luis Puenzo que ganó el Oscar a Mejor Película Extranjera. También actuó en títulos como Piedra libre, El Rafa y La represa, y brilló en televisión y teatro con personajes de fuerte impronta.
Además de su carrera artística, fue una mujer que inspiró a muchas otras por su forma de vivir: libre, honesta y adelantada a su tiempo. Su estilo sofisticado y su manera de estar en el mundo marcaron una época.
Juana Molina y una mirada amorosa sobre su madre
A través de sus palabras, Juana Molina logra pintar con ternura cómo es hoy la vida de Chunchuna. “Prefiere estar a oscuras y dormir”, escribió, en contraposición con aquella mujer que, en días lindos, abría las ventanas de par en par para ventilar la casa, incluso si hacía frío.
Aunque el paso del tiempo desdibujó algunos rasgos de su identidad, hay una presencia intacta: la de una mujer que dejó huella. Y una hija que la recuerda desde el amor más profundo, compartiendo con su comunidad los gestos cotidianos que hicieron única a su mamá.
Fotos: IG
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