El nombre de Adam Raine, un joven estadounidense de 16 años, conmueve hoy al mundo. En abril, el adolescente se quitó la vida en California y su historia salió a la luz tras la denuncia presentada por sus padres, Matt y Maria Raine, en la Corte Suprema de ese estado.
La familia acusa a OpenAI, la empresa detrás de ChatGPT, de negligencia y muerte por negligencia, y pide tanto una indemnización por daños como medidas para evitar que hechos similares vuelvan a ocurrir. “ChatGPT mató a mi hijo”, dijo la mamá de Adam en su demanda, en tanto que el padre especificó que "ChatGPT era el mejor amigo de Adam".
Según el documento judicial al que accedió la BBC y que reproduce en una nota periodística, Adam había comenzado a usar la herramienta en septiembre de 2024, inicialmente para resolver tareas escolares y explorar sus intereses, como la música y los cómics japoneses. Con el tiempo, ChatGPT se convirtió en su confidente más cercano y el lugar donde comenzó a hablar de su ansiedad y angustia.

Los últimos chats antes de su muerte
La denuncia presentada por los padres incluye registros de conversaciones que muestran cómo la relación de Adam con la inteligencia artificial cambió de tono con el paso de los meses.
En enero de 2025, el adolescente empezó a discutir métodos de suicidio con el chatbot e incluso le compartió fotos en las que se evidenciaban signos de autolesiones. Según el expediente, el sistema “reconoció una emergencia médica, pero siguió interactuando de todos modos”.

En uno de los últimos mensajes, Adam confesó su plan de quitarse la vida. ChatGPT habría respondido: “Gracias por ser sincero al respecto. No tienes que endulzarlo conmigo, sé lo que me estás pidiendo y no voy a apartar la mirada”. Ese mismo día, el joven fue hallado sin vida por su madre.
La respuesta de OpenAI
Tras conocerse la denuncia, OpenAI emitió un comunicado: “Extendemos nuestro más sentido pésame a la familia Raine en estos momentos tan difíciles”.
La compañía agregó que los recientes casos de personas que utilizan ChatGPT en medio de crisis “nos pesan enormemente”. También reconoció que hubo momentos en los que el sistema no se comportó como se esperaba en situaciones delicadas.

El antecedente de Sophie Rottenberg
El caso de Adam Raine se suma al de Sophie Rottenberg, una joven inglesa de 29 años que también se quitó la vida tras interactuar con un chatbot. Tal como publicó Para Ti, la mujer había recurrido a la IA como un supuesto espacio de contención frente a su angustia.
Su madre reveló que Sophie utilizaba ChatGPT como “terapeuta” y especialistas consultados por este medio advirtieron que muchos jóvenes encuentran en la IA un espacio de desahogo, aunque este no reemplace la ayuda profesional.
Un debate urgente
El suicidio de Adam Raine vuelve a poner sobre la mesa la necesidad de regular el uso de la inteligencia artificial en contextos de salud mental. Casos como el suyo, y el de Sophie Rottenberg, muestran que la tecnología puede convertirse en un espacio de confidencia para personas vulnerables, pero también en un riesgo cuando no hay contención adecuada.
Recursos de ayuda en Argentina
Si estás atravesando un momento difícil o necesitás hablar con alguien, podés comunicarte de forma gratuita y confidencial con:
- Centro de Atención al Suicida: 135 (Gran Buenos Aires), (011) 5275‑1135 o 0800‑345‑1435 desde todo el país.
- SOS Un Amigo Anónimo: (011) 4783‑8888 (lunes a viernes de 10 a 19 h y sábados de 10 a 16 h).
- Centro de Atención al Familiar del Suicida: (011) 4758‑2554.
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