Hace unos días, Cris Morena volvió a mostrarse en público por primera vez tras el fallecimiento de su nieta, Mila Yankelevich. La productora eligió hacerlo el jueves 4 de septiembre, exactamente a un mes de la tragedia y en la víspera del cumpleaños de su hija, Romina Yan. Al día siguiente, participó del programa de streaming Otro Mundo y compartió el detrás de escena de ese emotivo momento.
Durante la charla, Cris se mostró conmovida pero también agradecida por el acompañamiento del público y por el éxito de los shows de Rebelde Way, que volvieron a convocar multitudes tanto en la Argentina como en el exterior. “Lo disfruté muchísimo”, aseguró con entusiasmo.
Ese día también recordó a Romina, quien habría cumplido 51 años. “Acá me tienen de casualidad, porque hoy es el cumpleaños de mi hija, y nosotros como familia nos juntamos todos los años este día”, expresó con la voz entrecortada.
La decisión de volver al escenario
Cris también habló sobre su presencia en el reciente show de Erreway en el Movistar Arena, donde acompañó a Camila Bordonaba, Benjamín Rojas y Felipe Colombo durante la canción Será de Dios. Desde el escenario, le dedicó unas palabras a Romina y confesó lo difícil que fue animarse a regresar.
“Fue una decisión difícil porque era la primera vez después de lo que nos sucedió con mi nieta Mila que aparecía en público. Lo único que pedí fue que no estaba para hacer notas ni hablar de otra cosa que no fuera la rebeldía”, explicó.
Para Cris, la rebeldía es un concepto central en su vida y en sus creaciones artísticas. “La rebeldía es un buen motivo para vivir. No hablo de ser caprichosos, sino de un acto de vida: no aceptar lo que el mundo me impone, sino seguir lo que siento, lo que quiero y hacia dónde voy”, expresó.
Sus palabras dejaron ver que ese espíritu rebelde fue también la fuerza que la impulsó a enfrentar uno de los momentos más dolorosos de su vida.
A pesar del duelo, Cris confesó que este tiempo estuvo atravesado por una energía inesperada: “Exploté de proyectos esta semana, cuando debería ser una semana quizá muy triste todavía. No sé qué me pasó, la tristeza se transformó en proyectos, el corazón se me puso abierto”, compartió.
Con la sensibilidad a flor de piel, pero también con su impronta optimista, dejó en claro que sigue adelante con nuevos desafíos. Tal como ella misma señaló, la rebeldía es su motor, y una forma de transformar el dolor en arte y creación.
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