Habla con la serenidad de quien atravesó muchas etapas, con la sonrisa de una mujer que encontró su lugar en el mundo. En esta charla con Priscila Crivocapich para Para Ti, Eliana Guercio se muestra tal cual es: sincera, sensible y con una madurez que hoy la hace mirar hacia atrás sin arrepentimientos.
Junto a Sergio “Chiquito” Romero, con quien comparte una historia de amor de más de 17 años, formaron una familia con sus cuatro hijos: Jazmín (15), Chloe (12), Meghan (8) y Luca (3). Entre anécdotas, risas y reflexiones profundas, Eliana confiesa que el amor sigue siendo su refugio, que la maternidad le enseñó a vencer sus miedos y que su regreso al trabajo la llena de alegría. Una charla de corazón a corazón sobre amor, familia y segundas oportunidades.
"Es artista tiene una familia hermosísima y hoy la tenemos en Protagonistas Para Ti, bienvenida, Eliana Gercio", comenzó diciendo Priscila para presentar a Eliana y comenzar la charla. "Ay, muchas gracias, qué placer. De verdad, cuando me propusiste esto, me puse muy muy feliz porque sabes que te admiro mucho", contestó la panelista de A la Barbarossa.

"Yo quería ser eso, la mamá, la esposa"
Priscila: Para mí es lindísimo tenerte como personaje, como protagonista, porque tenés un montón de historia, de vida, de carrera y de cosas para contar. Entonces, te queríamos aprovechar. Y si querés empezamos hablando de tu marido, Sergio "Chiquito" Romero, gran deportista, arquerazo de la selección, y la vida que formaron juntos hace 17 años, cuando se casaron. Elegiste dejar todo en tu mejor momento, irte con él a Holanda. Y en ese momento eras Eliana vedette, Eliana bailarina. Soltaste todo por apostar a tu familia y en algún momento en estos 17 años dijiste, "Ay, ¿por qué?".
Eliana: No, no, no. Yo quería eso. Yo quería la familia, los bebés, el perro, lavar platos, planchar. Hice todo eso.
Priscila: ¿Planchás?
Eliana: Sí, soy la única que plancha. O sea, me ayudan, tengo ayuda obviamente, pero planchar plancho yo porque yo plancho muy bien. Y me gusta que esté planchado como lo hago yo, entonces para no ponerme ploma, digo: "Lo hago yo, tranquila." Y quería eso, quería la mamá, la esposa, obviamente con el correr del tiempo un poco en lo que sí, porque estaba muy acostumbrada a trabajar desde chiquita, yo a los 15 empecé a trabajar y en un momento es como que el tema de no ser productivo a nivel económico, es raro.
Priscila: Te afectaba esa parte.
Eliana: ¿Sabes cuándo me empezó a hacer ruido? Día del padre madre, cumpleaños de Sergio, que yo sentía como que iba con la extensión de la tarjeta. Dije, "Esto no es mi vida." O sea, yo nunca gasté porque porque ganara otra persona su dinero. Eso me hizo mucho ruido.

"Me hizo bien volver a trabajar"
Priscila: Y bueno, pero igual mi pensamiento también en una familia y más acompañar a un deportista o a cualquier hombre en su profesión es como que es un todo. Pensá que sin vos él no podría haber hecho nada de lo que hizo.
Eliana: No, sí, pienso igual, pero es raro a la hora de comprarle un regalo a él, porque ponele, me pasó que voy y por ahí gasto mucho y digo, "Ay, no sé si le estoy haciendo un regalo o si pobrecito me va a odiar, ¿entendés? Y él chocho, pero te quiero decir, en esos detalles es como que se siente raro. No me pasa con las nenas, no me pasa con amigo.
Priscila: Pero al haber estado acostumbrada a ser independiente económicamente...
Eliana: Te hace ruido porque nunca tuviste ningún prejuicio en gastar lo que se te de la gana gastar y ahora estás pensando en el otro, diciendo "Pobrecito, se tiró 48 veces para allá y 77 para acá arriba del hielo." Y me da como un pudor. Y me hizo bien volver a trabajar. Nunca dije por qué dije, porque la verdad es que fui muy feliz porque yo buscaba eso. Pero me también tengo que reconocer que me hizo muy bien trabajar y creo que a él también, pobrecito (risas).
Priscila: Pero fue todo una experiencia, un desafío, una apuesta que con tu personalidad, por lo que se te conoce o se te ve, sos una persona que parece que toma decisiones y vas al frente. Decidís, o sea, vos lo viste a él, dijiste, "Es él, me voy." Lo sigo o es el amor de mi vida y con los años te dan la razón la vida, ¿no?
Eliana: Contra todo pronóstico porque nadie nos vaticinaba pero ni un día juntos, o sea, era todo en contra.

"Mis amigas me decían que la iba a pasar horrible con un jugador de fútbol"
Priscila: ¿Por el tema de la diferencia de edad o por qué?
Eliana: Por el tema de la diferencia de edad. Mis amigas me decían, "No, jugador de fútbol, la vas a estar horrible." A él le decían lo mismo porque yo era vedette.
Priscila: Claro, vos eras bailarina, vedette...
Eliana: Y contra todo pronóstico fuimos para adelante. Igual yo siento que para los dos fue igual, fue como una novela, fue como muy novelesco. ¿Entendés? Nos conocimos, nos enamorados, no nos queríamos separar, estábamos todo el día vía Skype o en el teléfono. Yo, que en esa época era Skype, no había nada con un aparatito conectado en la computadora, en el asiento del auto para tener yo manejaba y iba charlando con él, él iba en el micro viajando de ciudad en ciudad para jugar, iba hablando conmigo. Era muy de novela.
Priscila: Sí era él, era como cuando te enamorás y decís "es él" y no tenés dudas.
Eliana: Claro, entonces por más que te digan lo que te digan no queríamos dejar de vernos ni siquiera la distancia a través de una cámara. No importa lo que me digan, o sea, salió, resultó. Ya en este momento puedo decirlo.
Priscila: Está bien que el jugador de fútbol o el deportista en sí crece más rápido. O sea, maduran más rápido...
Eliana: Él era mucho más maduro que yo cuando nos conocimos y nos llevamos 10 años.

"El era mucho más maduro que yo y eso que nos llevamos diez años"
Priscila: El tenía 21 y vos 31...
Eliana: Pero había vivido con mi casa con mi mamá y mi papá, hija única hasta los 30. Él era mucho más maduro que yo y creo que eso de que él se fue chiquito de su casa y creció mucho y viajó y qué sé yo, ha hecho que nos compensemos.
Priscila: ¿Y crees que el tema de también viajar, vivir tantos años afuera ayudó y estar fuera de la presión de Argentina y viste que acá siempre hay muchos líos.
Eliana: Sí. Bueno, pero ya no sé cuántos años hace que estamos, ahora dos, tres años, tres. A mí me da un poquito de miedo, no te voy a negar. Y llegar acá y que haya un revuelo de cosas... Ponele, a mí me separan todo el tiempo. El otro día aprovecharon que se fue de Boca y pusieron que después de 17 años de relación, Chiquito Romero y Eliana Guercio se acabó... y no estaban hablando de la relación, entras a la nota y dice... Pero así me están haciendo notas desde que nos casamos. Sí le tenía miedo a eso.
Priscila: Habla de mucha fortaleza de ustedes también, porque cuando hay tanto ruido afuera, a veces repercute en la pareja, es decir estar fortalecido para que no te afecte...
Eliana: A nosotros es como que nos unía más, porque si bien a mí me molesta, a él también le molesta que digan que nos separamos o que estamos en crisis… Después entrás y leés la nota y sabes que, bueno, fue solamente utilizado para el título.

"Estar afuera del país también nos unió muchísimo"
Priscila: Bueno, pero el título es la familia, tus hijos, es todo …
Eliana: Bueno, eso a también que te unas en el mismo sentimiento a decir: ¿Por qué? ¿Pero por qué están todo el tiempo queriendo que nos separemos…? Que creo que no es personal, me lo hacen a mí, se lo deben hacer a todo el mundo, pero bueno, uno lo nota cuando es con uno, ¿no? Y me parece que estar afuera también nos unió muchísimo, mucho, mucho, mucho, porque tenés amistades pero a las 6 ya es de noche en los países donde vivimos, no tenés tanta vida social, ellos se levantan muy temprano y nos hicimos así como muy una sola persona.
O sea, ya nos entendíamos sin hablarnos, ¿sabes? Era mirarnos y saber si uno quería cenar o tomar mate, ¿entendés? Es lindo eso. A ver, yo siento que son cosas muy locas que te pasan con una persona, que no te pasa todo el tiempo y que…
Priscila: No, porque eso también te puedes llevar a a decir, "No lo quiero ver más ni en figurita."
Eliana: Claro.
Priscila: Más cuando comparten mucho mucho y terminas chocando.
Eliana: Sí. Yo pensé que no iba a poder vivir con nadie. Te lo juro por Dios. O sea, nunca había convivido, pero entiendo que con mi papá y mi mamá estaba 5 días bien, pero los días que estábamos mal, estábamos mal. Y yo decía, "Pero si son mi papá y mi mamá y los amo. Este amor que les tengo a ellos no lo voy a tener con otra persona, no voy a poder convivir con nadie." Y bueno, no, la primera convivencia y perfecta. Perfecta, pero creo que eso que decís también es esto de que te haces uno cuando estás afuera.

"Somos muy compañeros, estamos siempre pendientes del otro y creo que es una construcción que hacemos todo el tiempo"
Priscila: No, bueno, y se encontraron, hay que creer eso también, que te encontraste con tu persona y él se encontró con la suya. Porque a veces pasas por convivencias y te terminas separando porque no es la persona para vos. Y en el caso de ustedes, hablás de él después de 17 años y se te ve sonriente, con los ojos que te brillan, rozagante y siempre lo estás acompañando y hablas de tu marido de una manera súper linda.
Eliana: Sí, es que es divino. Antes la gente me retaba porque yo decía, "Es tan divino, no sé qué hace conmigo." Entonces, "Ay, ¿cómo vas a decir eso? No está bien." Bueno, no, obviamente que no lo digo porque lo crea, yo creo que me lo merezco, me lo recontramerezco y nos cuidamos mucho entre nosotros y tratamos de de de que el otro esté contento todo el tiempo y no es de un solo lado, ¿viste?
Somos muy compañeros, estamos siempre pendientes del otro y creo que es una construcción que hacemos todo el tiempo y que eso te da felicidad. Y si estás feliz te llevas bien, y si te llevas bien, cuando lo pensás o hablás de esa persona se te dibuja la sonrisa. Obviamente después te pasan cosas en la vida que por ahí son externas al matrimonio, que te pueden generar algún tipo de mal día… Pero bueno, creo que hemos aprendido a saber preguntarnos cómo está el otro y saber que si ya sabes que le pasó algo…

Priscila: Siguen alimentando lo lindo también.
Eliana: Y sí, sí, es como que somos un equipo. O sea, si alguien te hace daño, si alguien te la quiere hacer pasar mal, yo voy a estar para que eso no lo sientas y que si él ve que yo la estoy pasando mal en otro lugar, hace todo para que yo salga con mi cabeza de ahí, que disfrute otra cosa. Y yo creo que eso es lo que tenemos que hacer todos.
Priscila: Ay, sí, me parece que cuando encontrás eso porque lo querés y lo buscás y lo trabajás, porque estás hablando de en tu pareja como que entre los dos le ponen sus 50 o sus 100 y 100.
Eliana: Exacto, bueno, el otro día vi algo y lo subí porque dije, "Esto describe mucho." No siempre es 50 y 50. A veces uno está en un 80 y el otro en 20 y vos estás poniendo lo que le falta al otro. Me parece que es clave. A nosotros se nos dio naturalmente porque como estábamos solos, no había otra gente de quién estar pendiente quizás. Y que fue algo que aprendimos sin que quisiésemos por ahí y estuvo buenísimo, pero cuando hay algo externo, tratamos de que no afecte.

"Los pocos chispazos que tenemos es justamente por la crianza de los chicos"
Priscila: ¿Y con los hijos, vos como mamá y en la parte de maternidad y también es parte de que la pareja siga adelante, ¿no? Porque todo cambia. Ahí no sé si vas a decir algo bueno o algo malo.
Eliana: Bueno, es que los pocos chispazos que tenemos es justamente por la crianza de los chicos.
Priscila: ¿Por qué?
Eliana: Y porque yo soy muy miedosa y él no. O sea, ellos quieren ir a a equitación y yo la llevé un año. Se me cayó la chiquita del caballo, no la llevé más. Nunca más.
Priscila: Vos te subías en tacos así a las tablas, andando de acá para allá, hiciste Bailando y no sé cuántas otras cosas más.
Eliana: Sí, bueno, pero no es lo mismo.
Priscila: ¿Por qué?
Eliana: Porque una cosa es tu cuerpo y otra cosa es tu hijo. Yo soy muy temerosa. Si bien lo trabajé un montón y estoy muchísimo mejor. Soy casi otra.
Priscila: La más grande ¿cuánto tiene?
Eliana: 15.
Priscila: Y el más chiquito?
Eliana: Lucky, el más chiquitito, tiene 3.

"Me costó mucho entender que no tenía que desinfectar todo por mis hijos"
Priscila: ¿A Lucky lo vas a dejar subirse al caballo?
Eliana: Lucky ya tiene otra vida totalmente distinta. Bueno subirse al caballo no. Pero digo, Lucky tiene una vida de un niño normal, sube a la calesita y no ando con el alcohol en gel y con las toallitas. Jazmín no tuvo esa infancia. Era lo más importante de mi vida y desinfectaba cuanto lugar había, no se la prestaba a nadie. No jugaba en el que piso ni loca.
Priscila: No viste esos memes que vos cuidás todo de tu niño, pero después va y se mete una un bocado de arena.
Eliana: Sí.
Priscila: Y al niño no le pasa nada.
Eliana: Angustia. Y crean defensas, pero bueno, me costó entenderlo, lo tuve que trabajar mucho. Me costó muchísimo entenderlo. Por eso te digo, la más grande tuvo una infancia y el más chiquito otra y las del medio una transición. La más grande lo recuerda, las del medio no recuerdan nada. Así que bien.
Priscila: La más grande quedó con los traumas que va a resolver el día de mañana.
Eliana: No, y que me los echa en cara. "¿Ella se va de viaje de egresados? A mí no me dejaste ir de viaje de egresados".

"Mi hija mayor no fue al viaje de egresados porque me daba miedo"
Priscila: ¿No la dejaste ir de viaje de egresados de sexto?
Eliana: No.
Priscila: ¿Cómo? Pero ¿por qué? ¿Ni yendo vos como acompañante?
Eliana: No podía, porque iban otros padres, pero yo averigüé si los padres iban al boliche y todo esto y no, me dijeron, "No, no, nosotros estamos ahí para por si pasa algo, pero en el hotel."
Priscila: Pero aparte, me imagino que al boliche de sexto van todos los de sexto nada más.
Eliana: Ah, bueno, no sé.
Priscila: Y pero sí, imagínate que son lugares que se hacen responsables y no fue.
Eliana: Ahora estoy mejor igual. Creo que la de la que hoy tiene siete quizás vaya al viaje de egresados cuando tenga 12.
Priscila: No, no, pobre. Bueno, le mando un beso grande a la mayor y sabe entender que los padres se equivocan, hacen lo que pueden. Hay que decir eso.
Eliana: Te juro que con todo mi corazón. Yo trato de hacerla feliz, todo el tiempo a todos.
Priscila: Y Chiquito, ¿qué te dijo?
Eliana: Bueno, esas son las cosas. Bueno, en el viaje de egresados me bancó.
Priscila: Te bancó. Ah, también le daba miedo.
Eliana: Sí, sí, mucho miedo.

"A mi segunda hija la dejé ir al viaje de egresados porque una amiga pasaba por el hotel todos los días"
Priscila: ¿Pero los chicos no se van a Carlos Paz?
Eliana: No, se habían ido a Uruguay. Igual esta fue porque tengo una amiga viviendo en Uruguay hace poquito, entonces la dejamos ir, porque mi amiga Nani pasaba por el hotel todos los días a ver si estaba bien, si necesitaba algo, así. Con la primera no estaba Nani en Uruguay.
Priscila: Pero ahora con el tema de la comunicación...
Eliana: No los dejan llevar teléfono. Eso me colaboraría si los dejaran.
Priscila: Claro. Te dejaría más tranquilo el padre presente.
Eliana: ¿Me entendes? Puedo puedo tener un contacto y saber que está bien. Yo la tenía que mandar a mi amiga al hotel, que es una genia, porque como ya me conoce desde que éramos así de chiquititas, me dijo "Eli mandala. Yo la tengo a una cuadra y media. Desde mi balcón veo las actividades que hacen en la playa".
Priscila: Ahora, me imagino que es de lo que más disfrutaste, de lo que más amor te dio, más felicidad en tu vida y tus hijos son todo. Pero te costó esa parte de la maternidad.
Eliana: Un montón, sí. Estoy mejor igual, pero bueno…
Priscila: Aparte bueno de las novias, los novios, todas esas cosas cuando vengan. Pobres, ¿no?
Eliana: Ay, no, yo espero que falte mucho. Trato de hablar y que puedan tener esta confianza de acercarse a decirme, "Me gusta un chico"… Alguna me está mintiendo porque no puede ser.

"Yo era bastante 'inocentonta' de chiquita, después a los 24 cambió todo"
Priscila. Pero ¿esto te pasa porque vos te acordás de las macanas que vos hacías, por ejemplo?
Eliana: No, es que yo era re boba.
Priscila: Yo te imaginaba como, no sé, salidora.
Eliana: No, sí, salíamos, pero era bastante "inocentonta". De chiquita, te digo. Después a los 24 otra vida, pero digo, de chiquita.
Prisicila: Hay un antes y un después.
Eliana: Y me pasa más porque son mis hijas. ¿Entendés? No por nada, no porque haya visto algo de otro o en mí. Es que son mis hijas y es lo más sagrado que tengo. Yo prefiero, no sé, darte todo lo que tenga pero que ellas estén acá.

Priscila: Recién nombraste que fue un antes y un después a los 24. ¿Qué pasó en ese momento? En personalidad o te forjaste como mujer de otra manera o qué pasó?
Eliana: Me forjaron. Yo, a ver, te resumo, hija única, mi papá y mi mamá, o sea, todo algodones, ¿no? No tenía malas experiencias del colegio ni de nada. Trabajaba como modelo, iba con el book, las zapatillas, me ponía los taquitos en casa. Hacía filas, llegaba y estaban no sé -no me viene un nombre ahora-, pero estaba Nicole Newman ponele. Yo hacía una hora de cola, dos horas, tres horas de cola porque sabía que la iban a llamar a Nicole o a Moura Gough, o a Lorena Giaquinto. No era un laburo que me reditúe, ¿entendés? Yo ya iba a la universidad, estudiaba y todo, pero yo me quería ganar mi mi dinero.
Priscila: ¿Qué estudiabas?
Eliana: Económicas, contadora. Hice hasta tercero pero un año previo en una universidad privada que me pareció muy fácil y dije, "Me voy a recibir, voy a firmar y voy a ir presa." Porque sentía que era muy fácil. Después hice el CBC. Fui a rendir un final de ciencias políticas, me preguntaron la definición de ciencias políticas y me pusieron un 10. Y ahí salí y dije, "Voy a ir presa." Porque las notas buenas que tengo no son reales. Me anoté en la UBA, hice el CBC, al año que hago el CBC lo sacan. Bueno, pero era una vida muy tranquila, ¿viste? Era todo muy bien. Y empiezo a hacer teatro de revistas.

"Cuando empecé en el teatro de revistas la pasé muy mal, lloraba todo el día"
Priscila: Eso como fue, ¿de un día para el otro? Las luces, Hollywood, todo.
Eliana: No, tremendo. Tremendo, otra vida.
Priscila: Porque es un cambio así. No tiene nada que ver la vida de la modelo con la vida del artista.
Eliana: Es que la modelo te pueden decir que el codazo, que esto, que lo otro, pero es vivir zen, o sea, es otra vida, es…
Priscila: Y el teatro de la revista ¿Qué es? Como la carnicería.
Eliana: Claro. Y yo estaba muy cruda, muy cruda. Lloraba mucho, mucho.
Priscila: ¿En serio?
Eliana: Lloraba, lloraba, lloraba.
Priscila: ¿Pero qué te hacían?
Eliana: De todo. Me ninguneaban, como que no sabía bailar, como que no sabía … horrible me sentía. Y ahí me forjé una personalidad.
Priscila: Me imagino que se imponía tu belleza…
Eliana: No, igual no era tan bella. Quiero decir ¿viste que la bailarina tiene? No hace falta que sea hermosa, con solo sus movimientos.

"Mi mamá me dijo: 'Vos tenés que dejar de demostrar que te duele, porque si vos seguís demostrando que te hacen daño, te van a hacer daño siempre"
Priscila: Sí, sí, sí, bueno, pero eras todo un camión, bella, linda, movimiento, cuerpo, lomo, todo.
Eliana: Estaba bastante bien y yo trataba de suplir con eso las falencias de no bailar y qué sé yo. Después, bueno, aprendí, pero bueno, hasta que aprendí, trataba. Y bueno, la pasé feo. Y ahí dije, yo tengo que dejar de, porque mi mamá me lo decía, mi mamá sufría muchísimo, yo lloraba, mi mamá lloraba conmigo en la cocina tomando mate.
Me dijo, "Vos tenés que dejar de demostrar que te duele, porque si vos seguís demostrando que te hacen daño, te van a hacer daño siempre." Viste que las palabras de una madre son sabias. Y bueno dije final. Y un día llegué, mentón en alto, la frente en alto, no escuchaba, no respondía. Fue un trabajo de de de hormiga, pero lo logré.
Priscila: Y también me imagino de autoestima y te fortaleció y te plantó.
Eliana: Me hizo muy bien. Yo era muy tímida, era como mi hija del medio. Y a partir de esto que me pasó y que en realidad era más para mostrar al afuera que no me hacían daño, se me fue la timidez. O sea, no que se me fue del todo, pero por lo menos no sufría a la hora de subirme al escenario.

"Para mis padres soy Vane, me llamo Eliana Vanessa"
Priscila: Claro y supiste separar, me imagino, la Eliana en el trabajo, la artista y en tu parte laboral a la Eliana que vive a casa.
Eliana: A Vane. Vane. Yo en la casa de mi mamá soy Vane.
Priscila: ¿En serio? ¿Vane? ¿Te llamas Eliana Vanessa?
Eliana: Sí.
Priscila: Ah y mamá te dice Vane. ¿Y Sergio con quién está casado? ¿Con Eliana o con Vane?
Eliana: Con Eliana. Es normal no, la formación que te dan tus padres y después la vida, a los cachetazos, los ponchazos o lo que sea…
Priscila: Escuchá lo que me estás diciendo, para con tus hijos…
Eliana: Puede ser que tenga que ver lo que me pasó a mi, para que no les hagan daño, puede ser… Porque yo tuve una infancia divina.

Acerca de la mala praxis estética que sufrió: "Me quedaron lesiones"
Priscila: Y algo que no quería dejar de preguntarte porque hace poco hablaste de mala praxis y un tratamiento estético, justo estábamos charlando el tema de la estética y que tanto nos encanta. Y tuviste el tema del tratamiento en donde la pasaste muy mal. Fue un láser, te quemaron por demás en la cara.
Eliana: No, yo creo que tendrían que haber quemado un poco más porque se quedó como un intermedio. Sí, me quedaron algunas lesiones.
Priscila: Pero que pasó? O sea, vos fuiste a un lugar, dijiste, "Me quiero hacer…"
Eliana: CO2 láser fragmentado, que yo ya me lo había hecho hacía 10 años atrás y me había dejado la piel como la tuya Pri. Te lo juro. Pero yo lo tomé como muy tranqui porque me lo hicieron, me fui a mi casa, se me encascaró toda la cara, después se me cayó la cáscara y me quedó como una porcelana. Dije fantástico, busqué dónde se hacía, porque la persona que me lo hizo a mí no está trabajando, ni siquiera está en el país, creo. Y bueno, yo lo busqué como si buscara, no sé, un taxi, ¿entendés? Y me saqué el turno y fui, había famosas, qué sé yo. Pero pará, no.
Priscila: Lo que no hay que hacer, claro.
Eliana: Yo fui y expliqué, dije "Yo me quiero hacer, CO2, fragmentado, el que se te encascara toda la cara". Me tomé dos semanas en el trabajo, yo estoy haciendo Georgina, avisé que voy a faltar. Yo ya lo tenía planeado desde la final de Gran Hermano. Sí se me va a encascarar la cara, se cae la costra, después porcelana. Bueno, dos semanas de preparación con una cremita, qué sé yo, voy, me hago el láser, que ya ni siquiera te lo hacía la doctora que estaba en la página de Instagram que te lo hacía.

"Me aplicó el láser una odontóloga y yo no lo sabía"
Priscila: ¿Quién te lo hacía? Un asistente, uno de los que trabajaba ahí?
Eliana: Me lo hizo una odontóloga, que en teoría la odontóloga no puede hacerte un láser fuera de la cavidad bucal, pero yo no sabía que era odontóloga. Yo ni sabía que no eran dermatólogos ni cirujanos estéticos.
Priscila: Por supuesto. Si confiaste en el lugar a donde fuiste.
Eliana: Claro, yo no sabía que un médico cualquiera que fuese, no sé, oculista y hace una especialidad de esteticista te puede tocar la cara. Yo me enteré a ahora. Yo pensé que toda la gente que te tocaba la piel era dermatóloga o dermatólogo. Te juro por Dios, Pri yo no sabía esto.
Priscila: Sí, hoy cualquiera te dice que te pone botox o cualquiera te pone un relleno.
Eliana: Claro. De todas maneras, la persona que a mí me hace el láser es odontóloga y el odontólogo no puede hacerte un láser fuera de la cavidad bucal. Sí, pueden aplicar botox.
Priscila: Claro, se entiende la diferencia que estás remarcando. Pero eso no podía hacerlo.
Eliana: La verdad es que nunca pensé que esta médica no fuese ni esteticista ni dermatóloga. Me fui a mi casa toda colorada, se me inflamó la cara como cuatro almodones juntos, era demencial, o sea, yo la experiencia anterior no la había vivido así, después te voy como a mostrar una foto porque era mucho. Tenía los ojos cerrados, no los podía abrir. Escribo para ver si tenía que hacer algo. No me contestó nadie hasta el día siguiente.

"El que asustó mucho fue Sergio, que me decía: 'Siento que te va a reventar la cara'"
Priscila: Me imagino, me muero, decías me desfiguré, no sé.
Eliana: El que se asustó fue Sergio, porque estuvo en el procedimiento anterior y a medida que yo me iba hinchando me decía, "Pero esto no era así, pero esto no era así", "Siento que se te va a reventar la cara." En un momento me decía, "Pareces una película de esas que después explota la cara." Y entonces digo, "No, voy a llamar." Porque no me respondieron hasta el día siguiente. Agarré y me puse hielo.
Priscila: Hoy por suerte nos podemos reír, perdón, y estás hermosa y lo estás contando de esta manera, pero…
Eliana: No, fue una experiencia traumática. Bueno, yo dije, "Bueno, no me morí." De acá en más está bajando la inflamación. Al día siguiente me llaman para preguntarme qué necesitaba. Le digo, "No, ahora ya está." Le mando las fotos de cómo estaba. Me dice, "Ah, te podemos aplicar un corticoide." Digo, "No, pero mi bebé todavía toma la teta. ¿Para qué voy a dejar de darle la teta? Si ahora ya me lo bajé con hielo".
Igual cuando me sacaba el hielo la cara era así de vuelta. Yo preocupada porque decía, "Los párpados me van a quedar como una telita." Bueno, me quedaron bastante como una telita. Pasaron los días, bajó la inflamación, qué sé yo y yo veía que esta quemadura no era de la que caía. O sea, la quemadura estaba, pero nunca se encascaró la piel, nunca se cayó…
Priscila: Ay, no lo estás contando así, pasaron los días, un día se te hace eterno, me imagino. Y te mirás al espejo o no te mirás o no sé.
Eliana: Me sacaba fotos cada 20 minutos y las comparaba. Bueno, cuestión nunca se cayó y tengo todo el láser fragmentado dibujado en el entrecejo, acá.

"Me quemaron un poquito el contorno de los ojos y tengo unas manchitas marrones"
Priscila: No me digas.
Eliana: Sí, todavía lo tengo dibujado, ahora voy a tener que esperar hasta el año que viene a hacerme el láser fragmentado con otra persona, obviamente.
Priscila: No, terrible.
Eliana: No está bueno porque yo expliqué lo que quería. Después de que me lo hicieron me dijeron, "Ah, no, lo que pasa es que ese láser no se usa más. Ahora se usa este que es menos invasivo." Pero yo vos me lo tenés que decir antes que me vas a hacer otra cosa. Bueno, angustia. Dije, "Bueno, que me devuelvan el dinero." Porque, "Ay, no, no te puedo devolver el dinero." Me dice y te puedo hacer otros tratamientos gratis.
Priscila: Ni la uña le doy yo.
Eliana: Nunca más.
Priscila: Pero no pudiste hacer juicio?
Eliana: Sí, sí, tiene todo mi abogado. Lo que pasa es que no soy tan mala. Le hacen a la gente más chica, le hacen a la gente menor de edad y entonces eso también era lo que me preocupaba un poco. A mí me quemaron un poquito el contorno de los ojos y tengo unas manchitas marrones, es algo con lo que voy a poder vivir, ¿entendés? No pasa nada, pero digo, una carita joven, divina ¿me entendes? Y sí, es que no soy tan mala, tengo que ser un poquito más mala.
Priscila: Pero eso no es ser mala, igual. Mira que yo soy Blancanieves, pero digo, no es maldad, sino que es el tema de la responsabilidad de que ellos hicieron las cosas mal. Hay tantos lugares así que hacen las cosas mal…
Eliana: Es una cuestión económica, te digo, porque a ellos los lleva el dinero a no tomar conciencia de los riesgos a los que te exponen, porque de verdad son gente con otra especialidad que nada que ver y que hacen un curso corto para poder volcarse a la medicina estética que es lo que te da dinero, ¿no? Porque nosotros las argentinas y todo Sudamérica y en el mundo se invierte mucho en estética. Pero es imprudente y por una cuestión de dinero por ahí, arruinarle la vida a otro, la verdad es que es raro.

"Me sentí re tonta, me sentí muy estúpida porque me mintieron en la cara"
Priscila. Es un montón. Pero por eso cuando esto pase, cuando llegues al final, porque aparte me imagino que estas cosas es mucho de gasto de energía, mucho trabajo, tu abogado, seguir, continuar…
Eliana: Primero fue el desgaste emocional porque me sentí re tonta, me sentí muy estúpida porque me mintieron en la cara, yo fui muy clara con lo que pedí. Eso fue el mayor desgaste que tuve. Y después lo otro no tanto porque la verdad es que trabajamos siempre con las mismas personas, y ya nos conocen, pero fue más lo emocional de decir, porque tengo un cartel acá de de estúpida.
Priscila: Bueno, pero también sirvió que vos, que tenés el acceso a los medios, lo cuentes, porque eso sirve para un montón de gente, que andás a ver a cuántas personas les pasó y nunca nadie se entera.
Eliana: Muchas, y te digo, le pasó con gente que era mi plan B. Así que de una manera u otra me iba a tocar pasarlo. Y también me dicen, "Ay, pero escándalo y estás divina, no tenés nada". Claro, la gente se cree que soy así como me ven con todas estas luces divinas o las del estudio y no, realmente está la la marca.
Priscila: Y el proceso de lo que contaste no es normal.
Eliana: No.
Priscila: O sea, conociendo ese tratamiento, no fue algo normal, entonces lógicamente las cosas las hicieron mal ellos.
Eliana: Sí.

"Sergio me acompaña un montón y yo a él"
Priscila: ¿Y hoy cómo estás? Habiendo vuelto a la tele, en Telefe, que es una hermosa casa, con Gran Hermano en su momento, como panelista con Georgina también.
Eliana: Estoy chocha. Yo empecé a trabajar en Telefe cuando era muy chiquita en un programa que se llamaba Nico R con Nicolás Repetto y después hicimos tres años de Sábado Bus y después Poné a Franchela. Sí, fue muy lindo para mí el canal, tengo mucho cariño y ahora volver después de 20 años y encontrarme un montón de gente que conozco de chiquita y volver a verlos y me da mucha nostalgia, es como que te hace sentir otra vez, ¿viste?
Priscila: ¿Y a Sergio le encanta que hayas vuelto a trabajar?
Eliana: Sí, porque me ve contenta. Obviamente me acompaña un montón y yo lo acompañó a él, cuando me rompí el tobillo manejaba él, me llevaba, también fue muy criticado por eso, pero bueno, alguien me tenía que llevar.
Priscila: ¿Por qué criticado?
Eliana: Y porque preguntan ¿qué hace en Gran Hermano si tiene que estar jugando dentro de 7 días? Cosas locas o como que me acompañe a un Martín Fierro, no me acompaña más para que no haya un problema y esas cosas.

"A Sergio lo matan a críticas si me acompaña al Martin Fierro o a una cena benéfica, y eso no lo quiero más"
Priscila: Pero es marido él también, o sea, tiene una vida. ¡Juega al fútbol pero no tiene que estar encerrado 24/7!
Eliana: Aparte Sergio que es un señor. No toma, no sale, no se junta con los amigos, no te come un asado a cualquier hora ni cualquier día. Pero bueno, justamente por todas lo metódico que es él y lo profesional que es, que me acompaña a mí un Martín Fierro o a una fundación, a una cena benéfica y que al día siguiente lo maten porque me acompañó a mí, ya no quiero más. Así que como mucho me pasa a buscar y me lleva a casa.
Priscila: Van al súper juntos.
Eliana: Sí. Pero él está feliz porque me ve feliz, del mismo modo que yo lo veo ahora contento a él. Y estar en tu país es todo también. Mira que amo los países donde viví, soy reagradecida porque me trataron hermoso, pero estar con tu gente, con tu familia es lo mejor.
Priscila: Hoy vivís más el día a día.
Eliana: Sí, sí, la verdad es otra cosa. Yo amo estar acá. Por el trabajo, por la gente, por mis amigos, por mi familia, porque es tu casa, tu ambiente, tu mundo. Se disfruta. La verdad es que se disfruta un montón.
Priscila: Hermoso, a seguir disfrutando entonces. Bueno, Gracias un placer haberte tenido. Charlamos de todo, estuvo buenísimo, así que nosotros felices.
Eliana: Muchas gracias. Gracias a todo el equipo, son unos genios.
Ph Chris Beliera @chris beliera
St Lucila Subiza @lucilasubiza
Make up Juli Giri @julita_mkp
Pelo Pablo Monroe @pablo_monroe
Agradecimientos: @divinosabalorios @laliramirez.ok @laurencioadotcouture @adrianaconstantini @annarossattiok
Agradecemos a Tienda FC por el mobiliario utilizado para esta producción.
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