Marina Haag, mamá de Delfina y Pilar Hecker, las niñas arrastradas por el agua en la trágica inundación de Bahía Blanca, compartió en sus redes un mensaje que conmovió a miles. En un posteo reciente, reveló la carta espiritual que recibió justo cuando más lo necesitaba, y que, según sus palabras, le dio “muchas respuestas”.
“Esta carta me llegó el 21 de abril, el domingo de Pascua, en una de las noches más oscuras de mi vida”, escribió Marina. La había recibido de parte de su psicóloga personal, quien, sin saber cómo se sentía esa noche, le acercó un texto canalizado que hablaba de dolor, fe y propósito. Para Marina, fue mucho más que un mensaje: fue un bálsamo y una forma de encontrar sentido en medio del desgarro.
“Muerta en vida”: cómo Marina puso en palabras su duelo
Marina describió su estado emocional como “muerta en vida”, funcionando en piloto automático, vacía, con el alma rota. El dolor de haber perdido a sus dos hijas es inabarcable, y en sus palabras se percibe esa mezcla de devastación, incredulidad y necesidad de encontrar algo de luz.
En el mensaje canalizado que recibió, hay referencias religiosas y espirituales que buscaron consolarla: “Los milagros siempre suceden y ustedes saben que es así. Les damos nuestras peores batallas a nuestros mejores soldados. Perdoná por tanto dolor, ya lo entenderán, todo es perfecto”, dice el texto.
Un mensaje desde lo espiritual: señales y resignificación
La carta también menciona la importancia del número 6 como símbolo de ayuda en los momentos más difíciles, y habla de la misión de Delfina y Pilar: “Ellas pudieron cumplir su propósito. Ya comprenderán cuál era”.
Estas palabras tocaron una fibra íntima en Marina, que viene compartiendo su proceso de duelo con mucha honestidad. “Esta carta me dio muchas respuestas”, expresó. Agradeció también a quienes la acompañaron en la búsqueda de sus hijas y en este tiempo de dolor inconmensurable.
Un agradecimiento desde el corazón
Marina le dedicó palabras de gratitud a su psicóloga y a todas las personas que se acercaron a acompañarla en este tiempo de duelo. También le habló a quienes atraviesan situaciones similares, con un mensaje de fortaleza y esperanza dentro del dolor: “A veces, las respuestas llegan cuando más lo necesitamos”.
Su testimonio, profundo y conmovedor, muestra cómo la espiritualidad puede brindar un atisbo de consuelo en medio del caos. Y cómo, incluso en los momentos más oscuros, algunas señales pueden convertirse en faros.
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