Después de varios días de rumores y versiones cruzadas, Priscila Crivocapich decidió hablar. Lo hizo con la claridad y mesura que la caracteriza, sin vueltas y sin dramatismos innecesarios. En exclusiva para Para Ti, la periodista y modelo confirmó el final de su relación con Roberto García Moritán: “Sí, nos separamos, de común acuerdo.”
Con esa frase directa, Priscila despeja especulaciones y pone en palabras lo que hasta ahora circulaba en off. La separación —según cuentan desde su entorno— fue reciente, respetuosa y cuidada. Una decisión tomada a tiempo, antes de forzar una historia que ya no estaba avanzando hacia los mismos lugares.
Un final sin escándalos y con mucho diálogo
La relación entre Crivocapich y García Moritán se había mantenido en un tono bajo desde el comienzo. Sin exposiciones excesivas, sin grandes anuncios y con una dinámica más íntima que mediática. Por eso, la forma en que termina el vínculo va en línea con lo que siempre defendieron: privacidad, respeto y claridad interna.
Priscila, coherente con ese estilo, eligió decir lo justo y necesario. Sin culpables, sin versiones enfrentadas, sin tensión pública.
Mientras tanto, distintas fuentes señalan que la separación se dio por diferencias en proyectos personales y por la distancia entre los ritmos de vida de ambos. Nada explosivo, nada traumático: simplemente dos caminos que dejaron de coincidir.
El presente de Priscila: foco en su trabajo y en su vida personal
Quienes la conocen aseguran que la modelo está en un momento de mucha solidez interna. Enfocada en su trabajo, atravesando este cierre con madurez emocional y cuidando su entorno más íntimo. No hay declaraciones adicionales, no hay intención de abrir su vida privada a la polémica: Priscila elige avanzar en calma.
La situación de Moritán
Por el lado de Roberto García Moritán, desde su círculo señalan que también está transitando la separación de manera reservada. En las últimas horas, surgieron rumores sobre un nuevo vínculo, pero Priscila —fiel a su estilo— prefirió no hablar del tema ni alimentar versiones que no tengan que ver con ella.
En tiempos donde cada ruptura se convierte en espectáculo, el cierre entre Priscila Crivocapich y Roberto García Moritán muestra otra cara posible: la del cuidado mutuo, el consenso y el respeto por lo vivido.
Y también deja en evidencia algo más profundo: elegir separarse a tiempo es, muchas veces, una forma de amor propio.
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