Feliz por su emprendimiento de jeans, proyecto que nació en la cuarentena, Caro Baldini está además viviendo un gran momento sentimental, muy de novia con Pablo, un motoquero argentino que conoció en Noruega. Orgullosa de sus logros como mamá, en esta nota también habla con orgullo de sus hijos, Giovanni, Gianluca y Giuliano Simeone.
Emprendedora, resiliente y enamorada. Pero también reservada y protectora de su intimidad. Así la vimos a Carolina Baldini, 45 años, empresaria, dueña de su propia línea de jeans -emprendimiento del cual se enorgullece- y madre de Giovanni (27), Gianluca (24) y Giuliano Simeone (19), sus tres hijos ya adultos y encaminados cada uno de ellos en su carrera profesional de futbolistas que desarrollan en Europa.
En esta nota, la ex esposa de Diego "El Cholo" Simeone revela cómo fue criar a sus hijos en el extranjero, donde vivió quince años, cómo fue el regreso a la Argentina y por qué se alejó de los medios tras su paso por Bailando por un sueño, en 2008. Muy de novia, se muestra plena en su presente sentimental y revela que le encantaría ser abuela.
-Sí, se llama Buenos Aires Denim B.A.D. Este emprendimiento nació en la pandemia, cuando todo era un caos, encerrados, sin poder viajar para abrazar a mis hijos, cuando toque fondo pensé "no voy a dejar de hacer las cosas que quise hacer siempre, hoy es el momento, voy hacer lo que tanto me gusta: trabajar en la moda". Me gusta el estilismo, me encanta combinar prendas clásicas sin marca con alguna de marca, ahí está el juego.
Básicamente tenemos jeans customizados e intervenidos con bordados de piedras y canutillos a mano, todo muy artesanal, jeans metalizados y con tachas. Estoy en cada detalle, quiero estar en todo. Cuando viajo Julieta, mi socia, se encarga de todo y de llamarme todos los días jajaja. Amo hacer producciones de fotos y ver reflejado el resultado del esfuerzo de cada día, apostamos al país, con esperanza.
-Viví quince años entre España e Italia y el regreso fue un poco difícil. Mis hijos desde que nacieron vivieron allá... Me dio pena volver y dejar todo porque ellos ya tenían sus amigos, sus cosas, su colegio, sabía que les iba a doler, pero enseguida -como todo nene-, se adaptaron apenas volvimos. Cada uno retomó sus estudios en el Colegio Marin y empezaron futbol en la escuelita de River. Cuando volvimos Giovanni tenía 11 años, Gianluca 8 y Giuliano 4.
-Apenas volví me llamaron para el Bailando y acepté sin saber a lo que me exponía. No soy de mirar tele y sumale que recién volvía a la Argentina, no sabía de qué iba el programa más que de bailar en una competición.
De repente me vi en todos los canales de televisión, mi vida expuesta en todo sentido. Eso me afectó muchísimo porque soy una persona reservada, un poco vergonzosa, no soy de jugar el juego de la tele. Y me bajé de todo. Decidí desaparecer. Eso me dio libertad, un respiro.
-No creo que sea tan distinto. En principio todas nos ocupamos de nuestros hijos en la mayor parte del tiempo solas, por la gran cantidad de partidos que disputan los jugadores. En aquella época no había redes sociales, entonces poco se veía del día a día de las mujeres de los jugadores, más allá de una foto en alguna revista asistiendo a un evento.
Hoy todo eso cambió y la gente puede ver que más allá de pasarla bien en Europa y vistiendo ropa de marca, son compañeras y llevan la casa y los hijos adelante prácticamente solas... Lo que pasa es que las redes muestran la parte superficial de la vida.
-Para mi no fue difícil pero sí solitario. Siempre me gustó ser mamá y llevé muy bien eso de organizarme con todo, casa, hijos, perros, con sólo 22 años... Encima no le dejaba a nadie que los bañara y diera de comer, porque ese era mi momento de conectar con ellos. Me acuerdo que los llevaba a todos los partidos aún si jugaban en otros países. Las otras mujeres me decían "¿no vas a dejarlos nunca con una baby sitter?". Y yo les contestaba: "¡Nooo!". Además me daba desconfianza dejarlos con alguien que no conocía.
-Tuve una infancia normal donde vivíamos al principio al día. Mi papá taxista no regresaba a casa hasta no hacer la plata del día. Luego la cosa mejoró cuando se independizó y abrió su propio negocio.
Para mi el dinero es un medio que sirve para obtener cosas, no me hace ni más ni menos persona que otra, ni me da más o menos estatus que otra. Solo es un medio que agradezco, por supuesto, pero a mis hijos les enseñé siempre que la humildad y el respeto es la base de todo. Que no importa si un día toca comer un sándwich sentados en el cordón de la vereda, porque no importa el lugar sino con quien lo compartís.
Y vaya que lo han aprendido. Estoy orgullosa de ellos. No hay persona que no me diga lo respetuosos que son y la humildad que tienen. Educarlos es un trabajo de todos los días.
-Fue una decisión dura, como toda pareja que se separa, se lo dijimos los dos juntos. Fue el peor día de mi vida.
-¡Fue muy emocionante! Ver casarse a tu hijo es como ver la película entera desde que nació hasta el punto de verlo formar su propia familia. No puedo describirlo en palabras, me lloré todo. La fiesta fue en Italia, en Firenze, y fue increíble, soñada. Y ver a mis tres hijos tan unidos fue como tocar el cielo con las manos. Más no puedo pedir...
-¡Mis nueras son lo más! Lindas, divertidas, pero sobre todo, compañeras de mis hijos. Son buenas chicas, salimos de compras por supuesto, compartimos mucho, ¡son las hijas mujeres que no tuve!
-Uf... Creo que voy a morir de amor... Y ni te cuento si tienen nenas, me verás perdida entre muñecas, maquillajes y vestidos. Si tienen varones, bueno, seguiremos con la pelota y la play jajaja.
-Sí, hace unos meses hice un viaje en moto por Noruega y Pablo estaba dentro de ese grupo de motoqueros. Lo loco es que vive a 500 metros de mi casa y nunca nos habíamos visto, ¿destino o casualidad? No lo sé. Pero sí te puedo decir que he vuelto a creer en el amor, para los que no creen o ya perdieron las esperanzas, les digo que hay gente buena, sencilla, honesta, con valores... Y Pablo me da todas esas cosas que el dinero no puede comprar.
Fotos: Chris Beliera.
Produccion: Marité Rizzo.
Videos: Miranda Lucena.
Peinó: Miguel Genaro (@miguegenaro)
Make Up: Claudia Elizalde(@claudiaelizalde)
Ropa: B.A.D Buenos Aires Denim (@badbuenosairesdenin)