Desde el jueves 31 de julio, la mina El Teniente, ubicada en Machalí, en la Región de O’Higgins, es escenario de un drama que conmueve a todo Chile. Cinco trabajadores siguen atrapados tras un derrumbe ocurrido a unos 900 metros de profundidad en el sector conocido como Andesita, producto de un sismo de magnitud 4.2 en la escala Richter. Afuera, sus familias permanecen día y noche en la entrada del yacimiento, aferradas a la esperanza. Adentro, el silencio se vuelve insoportable.
Los trabajadores atrapados han sido identificados como Moisés Pávez Armijo, Gonzalo Núñez Caroca, Alex Araya Acevedo, Jean Miranda Ibaceta y Carlos Arancibia Valenzuela. Todos forman parte de la empresa Gardilcic, contratista de la minera estatal Codelco.
Jean Miranda: su primer varón en camino
Uno de los casos más conmovedores es el de Jean Miranda Ibaceta, de 31 años, técnico en minas recién recibido. Padre de tres niñas y fanático de la Universidad de Chile, Jean espera junto a su esposa su primer hijo varón.
“Ella tiene casi cuatro meses de embarazo”, contó un familiar a medios chilenos. Ese bebé en camino es hoy el motor que empuja a toda la familia a sostener la fe.
Moisés Pávez: un sueño de futuro
Moisés Pávez Armijo, de 33 años, también estaba por convertirse en padre por segunda vez. Trabajaba sin descanso para asegurar un futuro mejor para su familia.
“Estaba trabajando para salir adelante”, relataron sus allegados. Hoy, ese sueño de progreso se enfrenta a una espera que duele.
Paulo Marín: el dolor del que no volvió
La tragedia ya dejó una víctima fatal: Paulo Marín Tapia, de 48 años, trabajador eléctrico oriundo de Illapel, empleado de Salfa Montajes. Tenía tres hijos… y un bebé en camino.
Su partida deja un vacío imposible de llenar, y un hijo que nacerá con el relato de un padre valiente, aunque ausente.
Mineros atrapados: un país en silencio y en espera
Las tareas de rescate no se detienen. El operativo involucra a más de 100 rescatistas, maquinaria especializada y parte del equipo técnico que participó en el histórico rescate de los 33 mineros en 2010.
El terreno es inestable y las condiciones son adversas. Aun así, los trabajos avanzan bajo la supervisión del Servicio Nacional de Geología y Minería (Sernageomin), mientras la Fiscalía Regional de O’Higgins abrió una investigación por cuasidelito de homicidio.
La mina permanece evacuada y bajo suspensión de actividades. Más de 2.500 trabajadores fueron replegados tras el accidente, y el presidente Gabriel Boric suspendió sus actividades para monitorear la emergencia de cerca.
Pero esta vez, no se trata de una historia repetida. Es única. Porque detrás de cada nombre hay una familia esperando, bebés por nacer y un país entero que no deja de mirar hacia abajo, rogando por el milagro de que todos salgan con vida.
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