Las recetas de nuestras abuelas siempre tienen algo especial: el tiempo justo, el perfume a horno encendido y ese toque de amor que no se mide en gramos. Esta tarta de ricotta liviana mantiene la esencia del clásico familiar, pero con ingredientes más naturales y menos azúcar. Perfecta para quienes buscan algo dulce sin culpa.
Ingredientes
- 500 g de ricotta (escurrida)
- 2 huevos
- 3 cucharadas de azúcar mascabo o 2 sobres de stevia
- 1 cucharadita de esencia de vainilla
- Ralladura de 1 limón
- 1 base integral, de avena o sin base (tipo cheesecake)
Opcional: podés sumar unas pasas rubias o chips de chocolate amargo si querés una versión más golosa.
Preparación paso a paso
- Paso 1: Encendé el horno a temperatura media (180 °C) y enmantecá apenas un molde redondo o desmontable.
- Paso 2: Batí los huevos con el azúcar mascabo hasta que la mezcla esté aireada.
- Paso 3: Incorporá la ricotta, la esencia de vainilla y la ralladura de limón, mezclando con suavidad hasta lograr una crema uniforme.
- Paso 4: Verté la mezcla sobre la base (o directamente sobre el molde si querés una versión sin masa).
- Paso 5: Horneá durante 35 a 40 minutos hasta que la superficie esté firme y ligeramente dorada.
- Paso 6: Dejá enfriar completamente antes de desmoldar.
Para servir:
Podés acompañarla con una cucharada de yogur natural, frutas frescas o un poco de miel. Tibia o fría, esta tarta tiene ese sabor inconfundible que nos transporta directo a la cocina de nuestras abuelas.
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