No siempre es simple incorporar legumbres a nuestro menú sin caer en el típico guiso de lentejas -que nadie quiere comer con este calor, claro-, precisamente por ello, recurrimos a un especialista en cocina sana y liviana que nos ofrece sus mejores propuestas para sumar este alimento a nuestro menú diario.
Es clave incorporar legumbres a tu dieta y, muchas, veces no sabemos exactamente cómo hacerlo. Hoy te proponemos cinco propuestas tan originales como ricas.
Colocar los huevos y la clara en un bol, agregar la ciboulette, sal y pimienta y batir enérgicamente hasta lograr una preparación espumosa. Calentar una sartén, retirarla de la hornalla y lubricarla con rocío vegetal. Verter inmediatamente 1/4 de la preparación, cocinar 1 minuto a fuego medio y luego bajarlo a mínimo . Agregar 1/4 del queso y 1 cda de arvejas en el centro y, cuando comience a coagular, dar vuelta un costado hacia el otro extremo y seguir la cocción a temperatura mínima. Luego, dar vuelta para cocinar del otro lado, repetir la operación para realizar las restantes y servir enseguida decorada con más hojas de ciboulette.
Cortar la rúcula con la mano, colocarla en un bol junto con las lentejas, los brotes de soja y el apio y condimentar con sal, jugo de limón y mayonesa. Mezclar y acomodar en platos individuales. Salpicar con perejil y las semillas de lino.
Calentar en una sartén, dorar el ajo, colocarlo dentro del caldo y procesar con un poco del mismo las arvejas. Verter la preparación dentro de una olla, agregar la leche, condimentar con sal, pimienta, nuez moscada y el orégano. Cuando comience a hervir, espesar con la fécula previamente disuelta en agua fría y servir con la levadura, el germen de salvado y perejil.
Abrir las latas de garbanzo, colocarlos en un colador y enjuagarlos bien. Verter en una procesadora y procesarlos con un poco de agua, el ajo, la pasta de sésamo, el aceite de oliva, comino, jugo de limón hasta que la pasta quede bien espesa, agregando agua si fuera necesario. Colocar en un bol, salpicar con paprika y decorar con lo que hayas elegido.
Cocinar la acelga al vapor y procesarla junto con el ají, la legumbre, el jugo de limón y las claras. Colocar la preparación en un bol y agregar los condimentos. Lubricar un molde de budín con rocío vegetal y cocinar en horno o en una cacerola a baño María durante 40 minutos.
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