Muchas son las recomendaciones en relación a los sistemas de salud desde que la pandemia de COVID llegó a nuestro país. La principal, no ocupar lugar que no sea estrictamente necesario. Además, respetar la cuarentena y no exponernos a ir a un centro de salud donde hay más posibilidades de cruzarnos con alguien enfermo de coronavirus.
Muchos médicos cancelaron consultas y algunos lugares atienden solo por guardias. La Dra. María Elisa Moltoni, MN 114737, ginecóloga de Halitus Instituto Médico, nos explica cuándo hay que recurrir a la guardia.
En este contexto, muchas inquietudes que en otro momento hubiéramos resuelto acercándonos al médico, quedan sin respuesta. El problema es cuando exageramos la decisión de no salir de casa. El riesgo que corremos es no consultar a tiempo cuando tenemos alguna patología que sí lo amerite. Los médicos sabemos muy bien lo problemático que puede ser un diagnóstico no dado a tiempo. Se trata de encontrar un equilibrio entre ir o no a una guardia, porque las patologías urgentes siguen ocurriendo.
Maximizar el contacto no presencial. Intentar localizar a nuestro médico para evacuar dudas. Si no podemos acceder a él, conseguir datos de algún profesional o, en el mejor de los casos, averiguar por las consultas virtuales en el lugar donde solemos atendernos. Muchas prepagas, dada la situación, están autorizando este tipo de consultas. El contacto también puede ser a través de un mail o teléfono.
El profesional va a ser capaz de hacer preguntas dirigidas y específicas para evaluar si lo que nos está pasando amerita una consulta presencial, funcionando como tamizaje previo a acercarnos a algún lugar. Si bien la consulta virtual no permitirá que nos revisen, si aparece alguna pauta de alarma el profesional nos pedirá que vayamos a la guardia a hacernos algún estudio o a que nos examinen.
Pero la realidad es que muchas consultas podrán ser resueltas por la vía virtual (aunque tal vez no sea lo ideal) y podrán darnos recetas o indicaciones (ejemplo: flujo, picazón, ardor al orinar, anticoncepción de emergencia). Además, los sistemas médicos están aceptando fotos de recetas o recetas digitales.
Abusar de los test de embarazos. Gran parte de las urgencias ginecológicas llevan en la guardia a tener que descartar embarazo, sobre todo las asociadas a dolor abdominal agudo, sangrados raros, atrasos menstruales, hemorragias o sangrado entre las menstruaciones. Incluso si estás con métodos anticonceptivos (un test negativo descarta alguna falla del método). Entonces, saber si hay o no embarazo de antemano puede ahorrar tiempo valioso.
Porque si el test da negativo, hay patologías que podemos descartar (como por ejemplo el embarazo ectópico, que es un embarazo fuera del útero que se puede asociar a dolor y puede ser grave, así como abortos en curso, frente a hemorragia vaginal y dolor).
Escuchá a tu cuerpo y confiá en tu intuición. Si te sentís muy mal, si nunca te sentiste así, si tenés algún síntoma que nunca tuviste. Escuchate, no te subestimes. Confiemos en que nuestro organismo es sabio y puede darte el aviso de que hay que ir a la guardia.
La sugerencia es no exponernos al virus ni ocupar un lugar en el sistema de salud si no es necesario. Pero, al mismo tiempo, escuchar a nuestro cuerpo y acercarse a la guardia si creemos que nuestra patología puede ser grave. Ir a un centro de salud con todos los recaudos: manos limpias, barbijo y manteniendo en las filas de espera una distancia adecuada con los otros pacientes. Recordá que éstas son recomendaciones que de ningún modo reemplazan el contacto con un profesional.
Fuente: La Dra. María Elisa Moltoni, MN 114737, ginecóloga de Halitus Instituto Médico (@dra.moltoni.gineco).