Conocido como el “oro líquido” por sus bondades terapéuticas en la medicina ayurveda y por ser una de las grasas más recomendadas por nutricionistas, el ghee se convirtió en uno de los aliados de la comunidad fitness.
“Su verdadero nombre en sánscrito es Ghrita, pero en Occidente también se lo conoce como manteca clarificada -explica la nutricionista Georgina Daniela Zino (M.N. 9604)- Si bien se obtiene de un proceso natural a partir de la manteca de vaca, el ghee es libre por completo de caseína y lactosa, siendo apto para personas con intolerancia a las proteínas de leche de vaca y a la lactosa”.
Esta experta en nutrición ayurveda -miembro del equipo médico Maharani-, asegura que es muy sencillo de incorporar a nuestra rutina. “Dentro de la alimentación cotidiana puede utilizarse como sustituto del aceite, para acompañar cereales, legumbres, hortalizas. Es una grasa excelente para cocinar porque no se quema, pudiendo usarse para saltear, asar, dorar y freír. Además de sus propiedades nutritivas y medicinales, le da un gusto exquisito a la comida”.
Georgina Daniela Zino (@geozino en Instagram) fue nuestra socia clave en la preparación de nuestro propio ghee.
Manteca sin sal, preferentemente agroecológica u orgánica (se consigue en almacenes naturales). Con 200 g. de manteca obtenemos aproximadamente 160 g. de ghee.
Colocar la manteca en una olla o jarro de fondo claro y encender la hornalla en fuego corona (es la llama mínima antes que se apague la hornalla).
Cuando la manteca comience a hervir y a derretirse liberará una espuma blanca que se deberá quitar con una cuchara o espumadera.
El agua se irá evaporando de a poco y los sólidos de la leche irán subiendo a la superficie y decantando en el fondo de la olla o jarro.
Una vez que la preparación toma un color dorado y que los sólidos del fondo también son marrón dorado, quitar del fuego (aproximadamente entre 20 y 30 minutos). En este paso se debe tener mucho cuidado porque los sólidos se queman fácilmente.
Colar el contenido de la olla o jarro con un colador y luego volver a colarlo con un filtro de café o un trozo de lienzo o algodón para eliminar por completo los sólidos.
Colocar el ghee en un frasco y dejar enfriar. ¡Y listo!
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