¿Tenés ganas de renovar una pared y no sabés por dónde empezar? El enduido puede ser tu mejor aliado… O tu peor pesadilla si no sabés cómo usarlo.
En esta guía te contamos cuándo sirve, para qué se usa, cómo aplicarlo y cuándo es mejor levantar el teléfono y llamar a un profesional. Porque sí, a veces el “me la banco solo” termina en frustración, polvo por todos lados y paredes que piden socorro.

Qué es el enduido y para qué sirve
Vamos a lo básico: el enduido es una pasta blanca que se usa para alisar, rellenar imperfecciones o emparejar paredes antes de pintar. Es ideal para:
- Tapar agujeritos de clavos, marcas o rayones.
- Cubrir grietas superficiales (¡ojo! no estructurales).
- Dejar la pared lisa como un espejo antes de aplicar color.
- Unificar texturas si la pared tiene parches o diferentes terminaciones.
Dato no menor: no reemplaza al revoque fino ni sirve para paredes con humedad. Si tenés problemas más profundos, esto no lo resuelve.

Cuándo conviene usarlo
Podés usar enduido en estas situaciones:
- Tenés una pared vieja con marcas o rayas y querés dejarla bien lisita para pintar.
- Recién sacaste cuadros, estantes o percheros y quedaron agujeritos.
- Te copa la onda de hacer pequeños arreglos vos misma/o y no querés gastar en un albañil por algo simple.
Tip: si vas a empapelar una pared o aplicar pintura satinada (que marca todo), te conviene dejar la superficie impecable, y el enduído puede ayudarte a lograrlo.
Paso a paso para aplicar enduido
- Lijá y limpiá la superficie: que no tenga polvo, grasa ni pintura suelta.
- Aplicá el enduído con una espátula: usá una capa fina y extendelo bien. Si hay baches profundos, es mejor ir de a poco.
- Dejá secar bien (unas 12-24 hs según la marca).
- Lijá para emparejar: acá viene el polvillo traicionero, así que andá con barbijo si podés.
- Pasá un trapo húmedo para sacar restos de polvo y ya está listo para pintar o seguir decorando.

Cuándo conviene llamar a un profesional
Aunque el enduido parece fácil, hay situaciones donde no te conviene improvisar:
- Si la pared tiene grietas grandes, humedad o está descascarada por zonas.
- Si necesitás alisar toda una pared con textura rugosa o revoque grueso.
- Si buscás un acabado perfecto (tipo pared de showroom).
- Si no tenés tiempo ni paciencia para lijar, limpiar, aplicar, esperar, lijar de nuevo y volver a limpiar.
En estos casos, llamar a alguien que sepa te ahorra tiempo, frustraciones y posibles gastos dobles.
Algunos errores comunes (que podés evitar)
- Poner capas demasiado gruesas: se agrieta al secar.
- No dejar secar bien entre capas.
- Lijar mal o saltearse la limpieza: después no adhiere la pintura.
- Usarlo sobre humedad sin tratar: error de principiante.

El enduido es un gran recurso para mejorar paredes y darles una nueva vida. Si el problema es chico, podés animarte con un poco de práctica y buena voluntad. Pero si es más complejo, no lo tomes como derrota: llamar a un profesional también es parte del amor propio (¡y del amor por tu casa!).

Fotos: Pinterest.
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