Historias de Cemento: Castillo de Mandl, los secretos de la icónica residencia en La Cumbre, ambientada por el diseñador francés Jean Michel Frank - Revista Para Ti
 

Historias de Cemento: Castillo de Mandl, los secretos de la icónica residencia en La Cumbre, ambientada por el diseñador francés Jean Michel Frank

Esta vez, los invito a conocer la historia de una residencia ícono en La Cumbre, Córdoba. Desde 1929 enclavado en las estribaciones de las sierras chicas. Con ustedes, el Castillo de Mandl.
Deco
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“La arquitectura es la voluntad de la época traducida a espacio".

Arq. Ludwig Mies van der Rohe.

A 83 kilómetros de Córdoba capital, el valle de Punilla, una tierra encantada de caminos que bordean sierras, en trazo ondulante, marea la mirada que busca el horizonte. Allí La Cumbre, a 1141 metros de altura guarda historias que valen la pena ser contadas.

Castillo de Mandl.

Bartolomé Vasallo (1874-1943) conocido como el Dr. Vasallo, fue un médico, hacendado y filántropo nacido en Gualeguay, Entre Ríos el 11 de diciembre de 1874. Se crió en el seno de una familia humilde de origen genovés, de Portofino.

Entre 1884 y 1888 estudió en el Colegio Nacional de Concepción del Uruguay, egresando a los 15 años. Luego viaja a Capital Federal para estudiar Medicina en la Universidad de Buenos Aires. Se especializó en Francia y debido a su destacada actuación como cirujano influyó para lograr la creación de la Facultad de Medicina en Rosario donde además de reconocido cirujano, fue profesor.

Castillo de Mandl.

Su otra gran pasión fue el campo, dedicándose a la actividad agrícola y ganadera como presidente de la Sociedad Rural de Rosario en 1919 y 1920, vocal de la Sociedad Rural Argentina en 1923 y 1924, presidente de la Confederación de Sociedades Rurales en 1925 y 1926, de la Asamblea de Ganaderos de Gualeguaychú en 1923 y de la Gran Asamblea de Ganaderos del Río de la Plata celebrada en Buenos Aires en 1926.

Fue propietario de siete estancias en Entre Ríos: “El Sauce”, “La Unión”, “San Carlos”, “La Margarita”, “El Triunfo”, “La Graciada” y “La Energía”, consideradas modelo de explotación ganadera y agrícola.

Castillo de Mandl.

Bartolomé Vasallo se casó con Edelmira Quintana, hija de Bruno Vicente Quintana y Delarmina Rom pero no tendrían hijos.

Además de una inclinación a la actividad literaria que lo destaca por haber escrito varios poemas, fue coleccionista de arte, dicen que toda su colección fue donada junto a su residencia de calle Córdoba para la creación del “Museo Vasallo”.

Castillo de Mandl.

En 1930, Bartolomé Vasallo encarga al arquitecto marplatense Emilio Maisonnave una residencia veraniega que llamaría “El Fuerte”, con aspecto de castillo medieval que donaría luego a la localidad de la Cumbre.

Dicen que el oneroso costo de mantenimiento de la residencia obligó a la comuna de La Cumbre a llevarlo a remate público en 1942. Es cuando el austríaco Federico Alejandro María Mandl, conocido como Fritz Mandl, lo compra y modifica su estilo.

#DatoCementero: El Castillo tiene tres plantas, zonas comunes ubicadas en la planta principal y dos entradas principales, una por el lado del bar y otra por la fachada principal. El hall de entrada, el bar, los dos grandes salones y el comedor poseen inmensos ventanales que dan al magistral paisaje serrano. Hay chimeneas en funcionamiento y el bar luce suelos originales de la época de Vasallo, mientras que los grandes salones tienen suelos de mármol.

Castillo de Mandl.

En Austria, Mandl había heredado una fábrica de municiones. Y habrían sido aliados de Alemania y Hitler. Fue presidente de Hirtenberger Patronen-Fabrik, una importante empresa de armamentos austriaca.

En 1937 realizó su primer viaje a la Argentina. Se casó cinco veces y su primera esposa fue una actriz vienesa que filmó el primer desnudo total de la historia del cine.

Castillo de Mandl.

La historia cuenta que una pelea personal con el ministro nazi Hermann Göring terminó expropiando sus bienes en Europa, y llegó a Buenos Aires en octubre de 1938, para refugiarse en nuestro país junto a su Rolls Royce y dicen, una tonelada de oro en lingotes, digno de una escena de película.

Mandl arribó a nuestro país con su padre, su hermana Renée y su banquero privado entre costosas y ostentosas pertenencias.

Castillo de Mandl.

El imponente Castillo de Mandl acuna un sinnúmero de historias, algunas son leyendas que presume el pueblo de La Cumbre. Dueño de un espíritu de vanguardia, Mandl llevo a cabo una remodelación plena de modernismo para la época.

Ya en manos de Mandl, el interior del castillo presumió muebles que se encargó de diseñar el exclusivo diseñador francés Jean Michel Frank, cultor del minimalismo en el siglo XX, de Diego Giacometti y mobiliario de la prestigiosa Casa Comte, logrando un estilo muy particular y de avanzada para los años ’40.

Castillo de Mandl.

A partir de 1944, el austríaco ordenó quitar la torre y las almenas, modernizando el aspecto que, por cierto, era poco aceptado en la zona. Mandl contrató a un arquitecto húngaro que vivía en Buenos Aire, se trataba del arq. Jorge Kalnay quien modernizó el estilo del castillo medieval a una residencia de tejas, acorde a la época reinante, convirtiéndolo en un chalet moderno.

El arquitecto Kalnay viajó sólo tres veces al castillo, dirigiendo la remodelación que fue ejecutada por un ingeniero cordobés.

Castillo de Mandl.

Aquí la historia se nutre de misterio, es cuando la residencia comienza a ser visitada por numerosas personalidades europeas. Nobles, políticos y militares pasaron temporadas convirtiendo a las sierras en un paraíso de secretos.

Tras su muerte en Viena, en 1977, se desató una guerra por su herencia que tardaría años en resolverse. Dicen que sus restos están enterrados en Hirtenberg.

Castillo de Mandl.

Ya en el interior del edificio, la decoración combina muebles antiguos con materiales como piedra, ladrillo, madera maciza y hierro forjado.

Castillo de Mandl.

En el año 2006 se abre al publico como hotel boutique, conservando su valor patrimonial y anécdotas, que sorprenden a los visitantes, azorados por tal magnitud histórica.

Castillo de Mandl.

La Cumbre era llamada estancia San Gerónimo, una zona de plantas frutales, cerezas, guindas y perales. Cuando los ingleses construyen el ferrocarril que une Córdoba con Cruz del Eje muchos de sus operarios decidieron quedarse en este paraíso y lo llamaron La Cumbre por ser el punto más alto del ferrocarril.

Castillo de Mandl.

El enigmático Mandl dejó un chalet e infinidad de anécdotas que han pasado a vuelo rasante por oídos de todos, sin percatarnos del valor histórico que legaban.

Hoy, el viejo castillo funciona como casa de huéspedes, guardando en sus cajones documentos invaluables, como facturas de compras en Harrods o informes de las minas de San Antonio de 1947, propiedad de Mandl. Allí seguirán, las palabras que no se dijeron, las cartas que no se mandaron, las anécdotas que no se contaron si es que no rescatamos la historia allí vivida. Una historia que se perderá entre las voces tímidas de un pueblo que tal vez, por temor, supieron guardar.

Castillo de Mandl.

Fotos: gentileza @elcastillodemandl y Córdoba Turismo.

Foto de apertura: @fotografiasdeviajerospunilla.

Más información en parati.com.ar

   

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