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Historias de Cemento: Palacio Pereda, la joya arquitectónica de Recoleta inspirada en un museo francés

En esta oportunidad te invitamos a conocer la historia de uno de los edificios más emblemáticos del centro porteño. Con ustedes, el Palacio Pereda, hoy sede de la Embajada de Brasil.

Publicado por
Pilar Passamonte

Frente a la Embajada de Francia y la emblemática Plaza Carlos Pellegrini se alza el Palacio Pereda, un exquisito château del siglo XX que refleja a la perfección la marcada influencia de la arquitectura francesa en la construcción porteña de la época.

Identificado desde 1945 como la sede de la Embajada de Brasil, demoró 19 años en ser construido y, curiosamente, fue diseñado por dos arquitectos diferentes. 

A pesar del paso del tiempo, unos cien años desde que comenzó a construirse alrededor de 1917, la mansión se mantiene en perfectas condiciones: su fachada, múltiples habitaciones y salones que se distribuyen en las cuatro plantas internas parecen no sentir las ocho décadas de antigüedad. 

Foto: gentileza @ivanbuenosairesoficial.

Palacio Pereda, la historia de la icónica mansión de Recoleta

El Palacio Pereda está emplazado en Arroyo 1130 y fue proyectado en un principio por el arquitecto francés Louis Martin.

Celedonio Tomás Pereda, junto a su esposa, María Justina Girado, compraron el terreno y le encargaron al arquitecto egresado de la prestigiosa École des Beaux-Arts de París, una construcción similar al célebre museo parisino Jacquemart André.

Foto: gentileza @ivanbuenosairesoficial.

Pero las similitudes que pretendía Pereda no se limitaban a la fachada, sino que buscaba que se traspasaran a los interiores y jardines.

Y precisamente por este detalle, Martin permaneció en su puesto hasta 1919, ya que comenzaron las diferencias entre dueño y arquitecto.

Incluso uno de los conflictos más conocidos fue que Pereda pretendía que las escaleras fueran idénticas a la del museo europeo, pero esto era imposible debido al reducido espacio disponible en el hall de entrada. 

Foto: gentileza @ivanbuenosairesoficial.

Debido a esta problemática, los propietarios decidieron contratar, en 1920, a un segundo arquitecto francés. Así, el reconocido Julio Dormal se encargó de la construcción y trabajó en el lugar hasta su fallecimiento, el 22 de enero de 1924. 

Bajo su mando, la obra fue concluida recién en el año 1936. Al finalizar, se le encomendaron varias pinturas al artista catalán José M. Sert, que fueron enviadas desde Europa y hasta el día de hoy decoran los cielorrasos del edificio.

Foto: gentileza @ivanbuenosairesoficial.

Cómo se convirtió en la sede de la Embajada de Brasil

En 1938 (tan solo dos años después de su inaguración oficial), el embajador João Batista Luzardo quedó perdidamente enamorado de la arquitectura de esta propiedad y logró que el Gobierno de Brasil comprara el palacio en 1944, un año antes de que su dueño original, Celedonio Tomás Pereda, falleciera.

Desde entonces, los brasileños se ocuparon de cuidar esta obra de arte de la arquitectura del siglo XX, y pasó por dos grandes restauraciones, en el año 1989 y en 2015.

Foto: gentileza @ivanbuenosairesoficial.

Según los historiadores, los herederos de la mansión no tuvieron problemas en vender la residencia, ya que a cambio recibieron la antigua sede de la Embajada de Brasil, que estaba ubicada sobre la Avenida Callao al 1500, además de decenas de toneladas de hierro en barra. 

Foto: gentileza @ivanbuenosairesoficial.

Los detalles más sorprendentes del Palacio Pereda

La fachada principal está revestida en piedra natural, mientras que el resto luce un diseño en símil piedra París. 

En cuanto a la decoración, fue encargada, por otro lado a la Maison Jansen.

#DatoCementero

El Palacio conserva una gran variedad de objetos valiosos, como sus pisos de roble de Eslavonia o las arañas de cristal de Baccarat, además de una pintura original de Jacob Jordaens del año 1650. En este sentido, el gobierno de Brasil prestó especial atención a recuperar y conservar el patrimonio de la propiedad, para mantenerla tal como estaba en sus orígenes.

Foto: gentileza @ivanbuenosairesoficial.

A excepción de la planta baja que tiene oficinas de la embajada y el primer piso dedicado a los salones.

El resto del palacio está compuesto por habitaciones privadas que pertenecen a la residencia del embajador

Todos los salones del primer piso están comunicados con la terraza y el jardín.

Foto: gentileza @ivanbuenosairesoficial.

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