Uno de los colores más elegantes en uno de los lugares más importantes de la casa. Las cocinas se visten de dorado e irradian luz, glamour y estilo propio. Inspirate con estas ideas y elegí la que más se adapte a tu casa.
El dorado sigue vigente y cada vez son más las personas que, de una u otra manera, se animan a sumarlo en los diferentes ambientes del hogar. Y es que este color glamoroso por naturaleza tiene el poder de imponer cierto aire de sofisticación y elegancia, ¿y por qué no aplicarlo en la cocina?.
Podés encontrarlo en distintas variantes: sólo en el bajomesada o en la alacena, en algunas de las paredes, en mobiliario o en diferentes objetos como lámparas, griferías, tirados y demás complementos.
Los detalles en plata cobre y mármol le marcan un rico contraste y contribuyen a darle un cierre elegante y sofisticado a la decoración. También combina muy bien con los tonos neutros y pasteles, así como también con tonalidades estridentes, como el verde o el azul.
Además de su imponente y elegante presencia, este color tiene el poder de amplificar los espacios y llenarlos de luz, siendo una buena opción para sumarlo en cocinas pequeñas.
El dorado contribuye a que los ambientes luzcan más amplios visualmente. Esto se debe a su característico brillo que se transforma en luz. Tal es así que bajomesadas, alacenas y paredes con este color tendencia, convierten a la cocina en una especie de salón de espejos dorados, multiplicando la luz y haciendo que parezca más grande de lo que en realidad es.
Esta puede ser una apuesta arriesgada, pero si se combina correctamente y se usa con moderación, el resultado será exquisito.
Incorporarlo de una manera más sutil, también es una apuesta acertada. Tiradores, griferías, artefactos de iluminación, rejillas, mobiliario y otros detalles deco, se visten de dorado y transforman a la cocina en un ambiente glamoroso y sofisticado.
Acompañados de tonalidades neutras y de revestimientos como mármol blanco, el resultado será un éxito rotundo.