Este sólido material se posiciona como una de las alternativas más utilizadas para techar las pérgolas. Conocé todas sus ventajas y desventajas, y mirá estas propuestas.
En cualquier estación del año, las pérgolas se consagran como las reinas absolutas de los espacios exteriores.
Se trata de un recurso arquitectónico muy popular, que propone un espacio de disfrute y encuentro al aire libre protegiéndonos del sol, el calor o las distintas condiciones climáticas, dependiendo del tipo de techado que se elija. Y uno de los favoritos de siempre es el policarbonato.
Este material termoplástico es uno de los más recomendados para cubrir pérgolas gracias a su alta resistencia a las temperaturas extremas y a su buena protección contra los rayos UV.
Es súper versátil y se adapta con facilidad a cualquier impronta, y corre con la ventaja de que resulta fácil desmontar en caso de traslado.
En el mercado actual lo podés encontrar en tres presentaciones comunes: