Declarado Monumento Histórico Nacional, el Palacio Barolo combina arquitectura, literatura y simbolismo en cada uno de sus rincones. Este edificio, ubicado en Avenida de Mayo 1370, se convirtió en un ícono de la ciudad no solo por su belleza, sino por haber desafiado los límites de su época.
En esta entrega de Historias de Cemento, junto a Cementos Avellaneda, te invitamos a conocer de cerca cada uno de sus detalles y secretos.
Así es por dentro el Palacio Barolo
Datos y curiosidades Cementeras
El Palacio Barolo comenzó a construirse en 1919, tras recibir una concesión especial por parte de la Intendencia, debido a que su altura superaba casi cuatro veces el límite permitido en la icónica avenida porteña.
Por primera vez, Buenos Aires tendría un edificio que alcanzaría los 100 metros de altura y superaría, incluso, la cúpula del Congreso de la Nación. Además, fue el primero en Argentina en construirse con hormigón armado, una detalle no menor que se convirtió en un hito de la arquitectura local.

En esta obra, todo fue pensado de forma meticulosa: se utilizaron materiales traídos desde Europa y se prestó especial atención a los detalles. Por ejemplo, sus imponentes escaleras revestidas en mármol de Carrara, que recorren 236 metros y cuentan con 1.410 escalones, están decoradas con vitraux, lámparas, herrajes y molduras. Las paredes y columnas, por su parte, se revistieron con granito.

Un gigante de hormigón con guiños literarios
El Palacio Barolo, construido entre 1919 y 1923, es obra del arquitecto italiano Mario Palanti y surgió como un encargo del empresario textil Luis Barolo. Ambos compartían una profunda admiración por el escritor italiano Dante Alighieri y su obra cumbre, La Divina Comedia, que fue una inspiración para la concepción del edificio.

Al igual que en la obra de Alighieri, la estructura se divide en tres partes que representan los tres reinos dantescos: el Infierno, el Purgatorio y el Paraíso. La cúpula y su faro representan el Empíreo, el punto más alto del Cielo. Pero eso no es todo. El edificio tiene 100 metros de altura como los 100 cantos de la obra, y 22 pisos, como los versos de cada canto.

La actitud de un ícono porteño: un tour por el Palacio Barolo
Es difícil, si no imposible, clasificar al Palacio Barolo en un estilo arquitectónico definido. Aunque se lo ha calificado como un “rascacielos latino”, este símbolo arquitectónico de la Ciudad de Buenos Aires es más bien una cuestión de actitud: una actitud arquitectónica que busca preservar y combinar las distintas escuelas de la tradición europea.

Con la Segunda Guerra Mundial a punto de estallar, los creadores del Barolo quisieron reflejar y conservar un registro de los estilos arquitectónicos europeos lejos del conflicto. Así, se combinaron elementos del neogótico y del neorrománico con técnicas modernas propias de la arquitectura estadounidense, más rasgos inconfundibles de carácter rioplatense.
Hoy en día, el Palacio Barolo se puede recorrer en distintos tipos de tours que atraviesan sus espacios más emblemáticos, en los que incluso hay lugar para todo tipo de demostraciones de amor: propuestas matrimoniales, reafirmación de votos, celebración de aniversarios y anuncios de embarazos, entre otras manifestaciones de amor “para toda la vida”.
Producción: Juan Martín Cutro / Video: Cristian Calvani.