Ignacio Mackey es un happiness trainer rosarino que se formó con un ex profesor de Harvard y ahora brinda talleres sobre la práctica de la felicidad.
Uno de los pocos consensos sociales que se alcanzó en el último tiempo en un país regido por la grieta tiene que ver con el concepto de que la felicidad absoluta no existe, sino que se construye de momentos. Ante un período donde predomina el optimismo y la idea de ser felices veinticuatro siete fue que surgieron los happiness trainers.
Es dentro de este impulso cultural que la psicología positiva gana cada vez más lugar. Ignacio (Nacho) Mackey tiene 35 años, es rosarino y se dedica a brindar cursos sobre felicidad a través del programa Happyfit, que desarrolló para difundir el Modelo SIPRE.
Nacho estudiaba ciencias económicas y jugaba al rugby en la primera división del Jockey Club de Rosario. En ese presente estaba cómodo con la vida que llevaba, pero le surgió una duda al respecto de si el camino que transitaba le otorgaría felicidad y plenitud en el futuro. Así comenzó a indagar sobre la filosofía y la psicología, con el fin de encontrar algunas respuestas que ratificaran que el rumbo que seguía era el correcto.
“Accedí a muchísima información interesante que no me habían enseñado en el colegio y tampoco mis padres. Leí muchísimos libros: desde Platón y Aristoteles pasando por Gretchen Rubin, Robin Sharma, el Dalai Lama y Martin Seligman. Encontré muchas herramientas que me empezaron a cambiar mi vida. Pero todavía no tenía un orden, no encontraba la forma de cerrar el circuito”, explica durante una entrevista con Para Ti sobre la actividad que desarrolla como instructor de felicidad.
Un día, Mackey navegaba en Internet cuando dio con un video de Tal Ben-Shahar dictando una clase sobre psicología positiva en la universidad de Harvard, la histórica institución estadounidense ubicada en Cambridge. Ese fue el momento de quiebre, ahí Nacho encontró su pasión.
En uno de los fragmentos más recordados de “El secreto de sus ojos”, la película basada en el libro de Eduardo Sacheri, el personaje de Guillermo Francella le explica a Benjamín, interpretado por Ricardo Darín, cómo funciona la pasión. “El tipo puede cambiar de todo. De cara, de casa, de familia, de novia, de religión, de dios. Pero hay una cosa que no puede cambiar, Benjamín. No puede cambiar de pasión”, dice.
En el film de Campanella, Francella hacía referencia al vínculo que unía a uno de los protagonistas con el Racing Club, pero un concepto similar de pasión se apoderó del rosarino cuando tomó conocimiento del lifestyle de felicidad predicado por Tal Ben-Shahar.
“Yo enseño su modelo que me cambió la vida y la forma de cultivar mi bienestar y que hoy en día ya le pude enseñar a muchos argentinos que recorremos el mismo camino y las mismas ganas de aprender y hacer algo por nosotros, por nuestros hijos, por nuestras empresas y ciudades”, cuenta.
La terapia desarrollada por Tal Ben-Shahar se llama SIPRE y se vincula con seis aspectos: espiritual, físico, intelectual, relacional y emocional. En Argentina, al curso que Nacho Mackey brinda se lo conoce como Happyfit. Además, comparte de manera constante en sus redes sociales tips y hábitos a incorporar para ser cada día un poco más felices.