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5 datos curiosos que no conocías de tus ojos

¿Sabías que no existen dos ojos iguales en el mundo y que hay diferencias, incluso, entre los ojos de una misma persona? Un especialista nos explica este y otros datos interesantes sobre nuestros ojos.

Publicado por
Florencia Bocalandro

1-Cada ojo es único

Incluso, ambos ojos en una misma persona son diferentes y no solo en su aspecto, que uno es derecho y otro izquierdo. Cada estructura ocular está armada de manera única y aunque la mayoría de sus tejidos son similares, no son idénticos.

2- Los ojos están hechos de...

Para formarlos, el organismo emplea colágeno (diferentes subtipos en proporciones precisas con funciones ópticas y también estructurales), tejido vascular-linfático (para proporcionar nutrición y defensa), músculos (que moverán estructuras; algunas, de manera voluntaria, mientras que otras, de forma refleja e involuntaria) y tejido nervioso (nervios y estructuras neuronales, que dan la sensibilidad a sus diferentes partes, pero que, a la vez, permiten iniciar el proceso visual neuronal de la visión que, posteriormente, se completa en el cerebro).

Básicamente, estos son los “ingredientes'' de los ojos, que, tras combinarse en proporciones particulares, designadas en el código genético, dan lugar al globo ocular.

3- No existen dos ojos iguales en el mundo

Cada persona tiene ojos únicos, que se construyen según las instrucciones que hay en su código genético. Los ojos podrán ser muy similares entre una y otra persona, pero nunca iguales. Por ejemplo, en la superficie ocular, la conjuntiva, surcada por una trama vascular, es característica en cada persona. El iris, con el aspecto de una cordillera de diferentes tonalidades, también es único.

Por otra parte, la retina, ubicada en el fondo del ojo, con una pigmentación anaranjada, presenta unas líneas rojizas, como si fueran las ramas de un árbol, que también son propias de cada ojo. También influye el fenotipo, que es el que expresa los cambios y características que se tiene frente a la respuesta a estímulos de la vida diaria. Esta combinación de variables genéticas y del fenotipo hacen, justamente, que los ojos sean siempre diferentes entre sí.

4- Los ojos pueden utilizarse como una huella dactilar

Esto es algo visto en varias películas, en donde, por ejemplo, para abrir una caja fuerte, utilizan el ojo de una persona y, mediante un lector digital, se logra abrir una cerradura. El ojo o alguna de sus características se transforma en una llave, una clave o, más precisamente, en una huella dactilar. Es decir, en algo que identifica a una persona, tan único como ese individuo. Más allá de la ciencia ficción, hay muchos estudios que buscan utilizar características de regiones oculares para crear la identidad de una persona, como ocurre con las huellas digitales.

En la actualidad, esas imágenes, convertidas en “datos”, se analizan mediante programas específicos para reconocer similitudes y diferencias en una base de datos, con el fin de asociarlos con patrones específicos y asignarle una identidad. Sin embargo, este tipo de tecnología, por lo menos hasta la actualidad, no ha superado a las huellas digitales, aunque en algunos casos comienza a ser una herramienta más, complementaria en la identificación de personas.

5- Los ojos cambian a lo largo de la vida

No, los ojos tienen continuos cambios desde el nacimiento. Desde su tamaño hasta la composición de diversas estructuras. Asimismo, estas diferencias del globo ocular, además de ser susceptibles a los cambios normales que acontecen con el transcurso de los años, pueden ser susceptibles de modificarse ante enfermedades. Por ejemplo, la retina, que podría ser de utilidad para la identificación de una persona, es susceptible de sufrir cambios secundarios y/o enfermedades, como las que pueden ocasionar la diabetes, la hipertensión arterial o la degeneración macular asociada con la edad.

Por otro lado, el cristalino, que es la lente que está dentro del ojo, con los años se va poniendo opaco y, por ende, es más complejo identificar con precisión las microestructuras de la retina. En fin, el tiempo pasa y los ojos también lo expresan. Y esto es una de las causas por las cuales, al menos por el momento, no se pueden utilizar las características de los ojos, de forma aislada, para identificar a una persona, pero sí parecen ser de utilidad complementaria.

Agradecemos al Dr. Germán Bianchi, médico oftalmólogo, jefe de trasplante de córnea en Clínica Nano.

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