Una preparación de origen italiano, conocida como gremolata o gremolada, súper sencilla de preparar para sumar frescura y sabor a tus comidas.
La gremolata o gremolada italiana es una de las recetas más sencillas pero con mayor sabor, ideal para acompañar carnes, pescados, mariscos y verduras.
Sus ingredientes básicos son solo tres, y seguro los tenés a mano en tu cocina. No requiere cocción y se le pueden hacer variaciones a gusto del consumidor: es cuestión de ir probando hasta encontrar la receta ideal.
La palabra gremolata o gremolada proviene del italiano milanés gremolá, cuya traducción sería como un molido o algo reducido a una textura fina.
Consta de tres ingredientes esenciales (perejil, cáscara de limón y ajo) y, según el plato en el que se vaya a utilizar, se puede añadir más o menos aceite de oliva para darle una textura más húmeda o convertirla directamente en una salsa más unida y homogénea (aunque no debe ser nunca muy líquida). Lo habitual es incorporar un poco de sal, que potencia el sabor y, opcionalmente, pimienta recién molida.
Algunos le suman algún filete de anchoa, logrando un sabor mucho más intenso, otros sustituyen el perejil por otras hierbas mediterráneas, como romero, salvia o tomillo, o también eligen potenciar el sabor cítrico agregando ralladura de naranja. Para darle un punto picante, se puede agregar peperoncino o algún otro pimiento espirituoso.