Año tras año, el ranking de Forbes publica la lista de las personas más ricas del mundo. Y entre esos nombres aparecen mujeres que no solo administran fortunas heredadas, sino que lideran con una profundidad y consciencia que vale la pena observar.
Alice Walton (heredera de Walmart) y Françoise Bettencourt Meyers (de L’Oréal) encabezan ese listado y, al mismo tiempo, representan un estilo de liderazgo que se aleja del modelo tradicional de poder. Estas mujeres —discretas en los medios, pero contundentes en sus acciones— proponen otra narrativa: la del poder que se ejerce sin estridencias, guiado por propósito, valores y un sentido claro de impacto.
Aunque manejan patrimonios millonarios, sus decisiones nos dejan lecciones profundamente aplicables a cualquier líder o emprendedora argentina que busque construir desde otro lugar.
Consciencia, propósito e influencia silenciosa
Ni Alice ni Françoise están todo el tiempo en portadas o frente a los micrófonos. No lo necesitan. Su estilo de liderazgo se basa en que las acciones hablen por ellas.
Walton, por ejemplo, ha volcado su energía y recursos en la promoción del arte y la educación, desarrollando uno de los museos más innovadores de Estados Unidos —el Crystal Bridges Museum— como forma de democratizar el acceso cultural. Bettencourt Meyers, por su parte, ha apostado por la ciencia, el diálogo interreligioso y el desarrollo sostenible.
No lideran desde el ego, lideran desde la visión. Desde un lugar de conexión con algo más grande. Esa es una de las principales lecciones que podemos tomar: no hace falta elevar la voz para tener impacto. Lo importante es que lo que hagas deje huella.
Lo que esto nos deja en Argentina
Podríamos pensar que estas historias están lejos de nuestra realidad, pero no lo están. Porque lo que enseñan no depende del tamaño del patrimonio, sino del tipo de mentalidad.
Cualquier emprendedora, profesional o líder puede inspirarse en estos modelos y hacerse preguntas como: ¿Estoy alineada con mis valores en lo que construyo? ¿Mi trabajo tiene impacto más allá del resultado económico? ¿Cómo uso los recursos que tengo —tiempo, energía, influencia— para hacer una diferencia?
En Argentina, donde la urgencia muchas veces empuja a lo inmediato, pensar en el liderazgo desde la consciencia puede parecer un lujo. Pero en realidad es una necesidad, porque las decisiones con propósito no solo son más sostenibles: también generan más impacto.
Un nuevo paradigma de liderazgo femenino
Estas mujeres nos muestran que se puede liderar con profundidad, sin dejar de ser potentes. Que se puede tener éxito y al mismo tiempo generar bienestar colectivo. Y que una vida con riqueza no es solo la que acumula dinero, sino la que expande posibilidades.
El verdadero poder no está en cuánto tenés, sino en cómo lo usás. Y eso, definitivamente, sí aplica acá. No necesitamos estar en el ranking de Forbes para ejercer liderazgo consciente: necesitamos tomar decisiones alineadas con quienes somos y lo que creemos. Ahí empieza el verdadero cambio.
Fuente: Natalia De Vita. Mentora y coach de líderes. Especialista en habilidades humanas, liderazgo consciente y desarrollo profesional. Creadora del podcast La Nueva Era del Liderazgo.
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