Desde que comenzó la crisis sanitaria por el coronavirus Máxima de Holanda no dejó de visitar centros de salud y compañía de ciencia y tecnología que trabajan contra la pandemia.
Y de regreso a su residencia habitual, el Palacio Huis Ten Bosch (significa “Casa en el Bosque”), en La Haya, Máxima Zorreguieta se instala en su despacho, y además de la reina de los Países Bajos, se convierte en ¡la reina del home office!
Si creías que trabajo y realeza no eran dos conceptos que van de la mano, no aplica a la reina Máxima y el rey Guillermo de Holanda que, además de sus actividades todo terreno en el exterior, demuestran que en su palacio real también usan los espacios de trabajo, como cualquier pareja del siglo XXI.
Eso si, a la medida de la realeza, en despachos con el clásico mobiliario y decoración de los palacios reales de Europa, pero con cierta impronta moderna que le dan algunos objetos de diseño contemporáneo, además de los dispositivos tecnológicos de uso personal.
Amplios ventanales con vista al jardín, una pared estampada con motivos naturales -actual pero recreando técnicas del pasado- y muchas fotos de familia sobre el escritorio, de líneas puras y minimalista.
Así es el lugar de trabajo de Máxima que además cuenta con espacios de recreación y reuniones.
Apenas se difundieron estas imágenes oficiales del rey y la reina de Holanda haciendo teletrabajo, todas las miradas apuntaron a la fabulosa lámpara sobre el escritorio de la reina, de metal y mármol, de la reconocida firma Artes Longa.
Desde ahí, Máxima encabeza reuniones y entrevistas a distancia, siempre manteniendo la regla de estilo de estos tiempos: producirse y maquillarse para videollamadas, especialmente de la cabeza ¡a la cintura!.
A unos metros de distancia de Máxima, el rey Guillermo tampoco se priva de su espacio de lujo simple: tiene una oficina con balcón a la estancia, cálida y dotada de todos los artefactos de tecnología necesarios (súper iMac incluida) para “trabajar como un rey” también desde su casa.
En su espacio también conviven los objetos de diseño contemporáneo con piezas clásicas de herencia, como un retrato de su antepasado homónimo, Guillermo de Orange.