Adrián Brown: "La moda es vanidosa pero también tiene la posibilidad de embellecer"  - Revista Para Ti
 

Adrián Brown: "La moda es vanidosa pero también tiene la posibilidad de embellecer" 

La vocación le ganó a la profesión. Así es como Adrián Brown, recibido de médico, se dedicó a lo que realmente lo hace feliz: la moda.
Moda
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Del médico al creador de moda hubo una transición, no dejó una profesión para dedicarse a la vocación de manera inmediata, fue progresivo. Incluso la moda y la medicina caminaron a la par, paso a paso, en un camino donde la medicina fue, además, su propio inversor. Y aunque el camino estaba definido de antemano, la medicina le tenía una sorpresa deparada.

Adrián Brown se recibió de médico, hizo la residencia y decantó en la dermatología. Ya estaba transitando el camino de lo estético, un mundo que nunca le fue ajeno. “Con la dermatología me vinculaba con ese mundo mío más estético, con esa búsqueda mía tan intensa de lo estético. La medicina no era y no es creativa”, nos dice.

Adrián Brown
“Desarmé el gabinete de cosmetría, porque la cosmiatra dejó de venir, con un modular antiguo laqueado negro de Polesello, puse algunos accesorios, dos percheros y ahí colgué mi primera colección”.

Ese ser creativo, al empezar a hacerse más protagonista en su vida, fue un bálsamo y entendió que en ese lugar estaba más cómodo, que podía pasarse horas y horas haciendo esto. “En el consultorio siempre estaba mirando la hora para tomármelas”, cuenta. En 2022 Adrián Brown colgó definitivamente el delantal de médico con un láser de dióxido de carbono aplicado a su mejor paciente y amiga: “Después tomamos una botella de champagne, brindamos y dije, "Hasta acá llegué."

Adrián Suar
Un diseño de su última colección

Su primera “boutique” estaba dentro de su consultorio en Recoleta. Allí las productoras de moda iban a buscar sus vestidos para publicar en las revistas. “Desarmé el gabinete de cosmetría, porque la cosmiatra dejó de venir, con un modular antiguo laqueado negro de Polesello, puse algunos accesorios, dos percheros y ahí colgué mi primera colección”, cuenta.

Adrián Suar
"Siempre fui muy amable por lo cual eso me hizo ganar terreno, pero también fui un personaje resistido y de chico sentí que eso generaba cierta incomodidad o resistencia".

Podría ser el título de una película de Pedro Almodóvar pero no. "Piel y Seda", el nombre de la primera colección de Adrián Brown, fue su debut como diseñador con un desfile donde vistió a 23 pacientes y a unas cuantas amigas que hicieron las veces de modelos en un casting de mujeres reales de entre 20 y 80 años.

Adrián Brown
Otro diseño de su nueva colección
Adrián Brown
La última colección.

-¿Cuántos años hace que estás trabajando en la moda?

-Hace aproximadamente doce desde los primeros vestidos. Hubo una suerte de impasse donde seguí haciendo ropa pero muy lentamente, y en 2015, ya casado con Victoria y con Eugenia bebé, pusimos la boutique en la Galería Promenade. Hoy, 10 años después, acabo de inaugurar su nueva tienda, un petit hotel de estilo francés con murales panorámicos de la artista plástica Sofía Willemoës en las paredes de varias de las habitaciones.

Adrián Brown
"Hay peleas internas entre el personaje y el ser que se debate".

-¿Quién es Adrián Brown?

-Desde el punto de vista del personaje es una persona compleja, difícil de seguir en el día a día porque tengo varias facetas. Mi vida ha sido en algún punto un poco inestable respecto de cómo se veía desde afuera. Siempre fui muy amable por lo cual eso me hizo ganar terreno, pero también fui un personaje resistido y de chico sentí que eso generaba cierta incomodidad o resistencia.

Adrián Brown
"El personaje me ayuda a penetrar en lo social porque si me quedo en este ser más retraído, más fóbico, me hubiese costado todo mucho más".

-Creaste un personaje de tu persona

-Hay un personaje social que no es este ser interior que convive conmigo y que, en un punto, tiene construido un mundo interior que muchas veces no tiene nada que ver con lo externo. Hay peleas internas entre el personaje y el ser que se debate.

Adrián Brown
"Cuando me encuentro conmigo mismo, es un bálsamo".

-¿Y esa pelea tiene final feliz?

-Tiene final feliz porque, en general, en ese instante, vuelvo a mi ser y encuentro mi mundo interior, mi mundo espiritual y mi mundo en mi relación con Dios, encuentro el bálsamo. Es lo social lo que me cuesta, y ahí es cuando el personaje me saca y a veces me hace renegar (risas). El personaje me ayuda a penetrar en lo social porque si me quedo en este ser más retraído, más fóbico, me hubiese costado todo mucho más.

Adrián Brown
"En la moda encontré ese sosiego de entender cuál era mi camino, me encontré finalmente con lo que yo quería ser y hacer".
Adrián Brown
"La moda llegó tarde. Empezó casi habiendo cumplido 40 años. Recién entonces empecé a contar que iba a empezar a hacer mi colección".

-¿Siempre fuiste tímido?

-Sí, siempre me tuve que sobreponer a salir, siempre me tuve que, de alguna manera, obligar a fortalecer, ir fortaleciendo esa imagen, la construcción de ese personaje. En realidad ese personaje mutó, pero ese mundo interno se sostuvo. Como que la relación conmigo y todas estas cosas nunca cambiaron.

Adrián Brown
"En un momento me di cuenta que yo no era Brown, sino que era Adrián".

-¿Hiciste las paces con vos mismo?

-Las tengo hechas. Por eso es que cuando me encuentro conmigo mismo, es un bálsamo. Estoy en la construcción de ese ser que no tiene conflicto con su mundo interno, y eso me hace tener una vida bastante tranquila porque en el fondo las personas que conviven conmigo, -mi hija y mi mujer-, tenemos una vida pasible. No tenemos una vida llena de quilombos.

Adrián Brown
"Estoy muy contento siendo quien soy, trabajando y viviendo de lo que me gusta: para mí eso ya es todo".

-Empezaste de grande a trabajar en la moda.

-Sí, la moda llegó tarde. Empezó casi habiendo cumplido 40 años. Recién entonces empecé a contar que iba a empezar a hacer mi colección. Yo venía de una larga crisis entre una profesión y otra.

-¿La moda te sacó de esa crisis?

-No fue la moda, fue mi psicólogo quien me ayudó a definir el camino de mi vocación.

-¿Encontraste sosiego en la moda?

-En la moda encontré ese sosiego de entender cuál era mi camino, me encontré finalmente con lo que yo quería ser y hacer.

Adrián Brown
"La moda es una disciplina dentro de las artes, es una rama de las artes que permite poner en escena un traje o un vestido que irrumpe en una escena social"

El hombre detrás de Adrián Brown

Su marca es ese nombre propio en un medio que muchas veces fagocita personas. Mantener los pies en la tierra y no dejarse enceguecer por las lucecitas de colores, a veces es un ejercicio diario que requiere una dosis extra de talento. El ego y los divismos también muchas veces llegan antes que las personas.

-¿Porqué tu marca tiene tu nombre?

-En un inicio, cuando empecé a hacer moda, pensé en un nombre de fantasía ante el escrúpulo de si me iba mal. Me fue muy difícil encontrar ese nombre de fantasía. En paralelo, cuando hice mi primer desfile, recuerdo que en realidad era el doctor quien llamaba a ese primer desfile, era con mis pacientes. Y me nombraron, es decir, yo era Adrián Brown que hacía moda y que era médico. Entonces me fue muy difícil sacarle mi nombre a la marca. Son los vestidos de Adrián Brown, decían. En algún momento las etiquetas solo tenían mi apellido.

Adrián Brown
"Hay dos cosas que me ayudan con lo creativo: una es el volumen y la otra es la textura".

-Si tuvieras que optar por otro nombre, ¿cuál sería?

-En un momento me di cuenta que yo no era Brown, sino que era Adrián. Aunque la marca tiene mi nombre y apellido si tuviera que optar por uno de los dos, le pondría solamente Adrián a pesar de que mucha gente dice, "vamos a lo de Brown

-Tu nombre, tu DNI, es también tu marca. ¿Cómo manejas ese ego? ¿Hay ego ahí puesto?

-No, no sé, me cuesta mucho a mí el tema del ego. No estoy para nada pendiente de eso.

-¿Hay divismo?

-La verdad es que me costó tanto la construcción de llegar donde estoy que ya estoy satisfecho con ser quién soy, con que la vida me haya podido abrir paso a esto que amaba. Estoy muy contento siendo quien soy, trabajando y viviendo de lo que me gusta: para mí eso ya es todo.

Adrián Brown
Volumen y textura en la colección de Adrián Brown

-¿Entonces en tu vida no hay ego ni divismo aplicados a la moda?

-No. Por ejemplo, en un desfile de varios diseñadores me da lo mismo salir primero o salir último. Otra cosa que me sacó mucho de mi narcisismo fue mi hija Eugenia, siento que parte de mi vida trasciende a través de ella. Y también cuando empecé a compartir mi vida con Victoria y decidimos casarnos y formar una familia. Ellas me sacaron de ser el centro.

-¿Qué es la moda para vos?

-La moda es una disciplina dentro de las artes, es una rama de las artes que permite poner en escena un traje o un vestido que irrumpe en una escena social. Es muy increíble porque el vestido colgado en la percha se transforma cuando se lo pone una persona. Es arte que toma vida.

Adrián Brown encuentra también pasión en los desfiles, en lo escénico, en el movimiento de las prendas, que puedan ser percibidas desde distintos ángulos. Y dependiendo de la música toma otra dimensión, se convierte en algo performático. Para él la ropa tiene un factor tridimensional.

-Tus vestidos son tridimensionales

-Hay dos cosas que me ayudan con lo creativo: una es el volumen y la otra es la textura. La textura me juega siempre una buena pasada para poder generar esa chispa que va al dibujo o al boceto. El volumen, la textura y el color, por supuesto, son situaciones que a mí me disparan esa chispa creativa.

Adrián Brown
"Muchas veces la realidad del ser humano la cuenta la ropa, la cuenta la moda".

-¿Cuál es el fin de la moda?

-Una prenda puede transformar, no esencialmente, pero puede ayudar a una persona a salir a escena sea la situación que fuera. Ayuda a construir ese personaje social que tiene que cumplir un rol donde la ropa la acompaña. No produce ninguna modificación interna, pero sí ayuda a la construcción de un personaje de la sociedad porque ese efecto mimetizante muchas veces ayuda a encontrar pertenencia. Todos, en algún momento de la vida, hemos necesitado pertenecer.

-La moda es un fenómeno social

-Me parece muy interesante porque permite, además, contar la historia de la moda, contar las necesidades que hubo en los distintos momentos de la historia de la humanidad. Muchas veces la realidad del ser humano la cuenta la ropa, la cuenta la moda.

-Entonces, ¿para vos la moda es banal?

-¡No, para nada! Incluso pienso que tiene, además, como todo arte, las posibilidades de disparar emociones.

Adrián Brown
Una colección que tiene mucho que decir.

-Pero la moda tiene un poco de vanidad

-Tiene un poco de vanidad, pero encuentro que también tiene las posibilidades de embellecer. La belleza instalada en un vestido o en una colección inspira, produce un movimiento que no es tan superficial como parece. Obviamente que hay instancias de mucha superficialidad y también existe la frivolidad.

-La frivolidad del show de la moda de los últimos tiempos

-Y la superficialidad también. Esa construcción superficial de situaciones de lujo extremo se ve mucho en las redes sociales, de querer contar una cosa que genere cierta estridencia. Creo que muchas veces cuando algo se transforma en estridente deja de ser bello. Muchas veces digo: no te pongas tanto porque toda esa estridencia se antepone y te deja desdibujada a vos como persona.

-¿Todos los vestidos tienen dueño?

-Hay vestidos que encuentran su dueño y hay vestidos que no. Hay mucha gente que no tiene tanto vínculo con lo que se va a poner, entonces en esos casos hay mucha confusión. A veces el vestido no le queda tan bien y muchas veces compran porque del otro lado hay que vender.

-Si te pido que confecciones un vestido desde cero, ¿sabés hacerlo?

-Sí y lo he hecho. Puedo hacer un vestido completo a mano con punto atrás. Estudié en Donato Delego y después con Elsa Serrano mientras hacía la residencia en el hospital Alemán. Era el año 1996 o 1997. Elsa daba, en la maison de la calle Mansilla, cursos para gente amateur donde enseñaba moldería, transformación y boceto. Esa fue mi formación.

Adrián Brown
Uno de los diseños de su última colección

El universo femenino

-¿Para quiénes creés que se visten las mujeres?

-El 85% se visten para otras mujeres. Son pocas las que lo hacen para ellas mismas en esa construcción de sí mismas.

-Diseñadores hombres, ¿cuál es la sensibilidad que crees que tienen? los hombres no visten lo que diseñan…

-Ahí hay un tema mucho más profundo. Es una vivencia que también me tocó en este universo femenino que tenemos los hombres: la mujer interna. En esa dualidad que tenemos todos los seres humanos de lo femenino y lo masculino creo que hay quienes toman contacto con ese universo de muy chicos, se vinculan más fácilmente y con menor resistencia. Entonces me parece que hay un montón de hombres que nos vinculamos de manera más fácil, de manera casi espiritual, con un mundo absolutamente femenino. Por eso es que podemos diseñar y armar una prenda para una mujer.

Adrián Brown
"En moda no hay fórmulas".

-¿Siempre hiciste la moda que te gusta?

-Sí, aún en tiempos donde necesitaba vender más para poder crecer. Con el tiempo, además, al entender la dinámica de nuestro negocio, de que todo vestido tiene su dueña, más todavía. Hay vestidos que creemos que van a costar más y se venden enseguida y otros se venden hasta dos años después de confeccionados. También nos pasa que los vestidos que creemos que se van a vender, son los más resistidos. En moda no hay fórmulas.

-Fama y prestigio. ¿Podés ordenarlas?

-Más que la fama me interesa mucho el prestigio. Lo que construye a largo plazo es el prestigio. Me interesa, además, desde el punto de vista de la recomendación del boca a boca: andá a verlo, porque trabajan bien, te cumplen, son muy amables.

-Dicen que en la moda, la antigüedad hace al estilo del diseñador, ¿coincidís?

-Sí, totalmente. Me encanta ver moda desde siempre y para mí la influencia del pasado, por ejemplo, los grandes diseñadores que admiro, me despiertan un mundo que después puedo transformar.

-¿Quiénes son esos maestros?

-Me encantaban Christian Lacroix, Yves Saint Laurent. Y Oscar de la Renta. ¡Ojalá me hubiera llamado para trabajar en su atelier y ser su discípulo. Me hubiese encantado! Me parece muy lindo tener referentes.

-¿Y los diseñadores de hoy?

-La moda de hoy también me ilustra. Hay diseñadores que también ayudan a enriquecerme, a ver detalles, cómo están construidas las prendas; la ayuda de la tecnología, la aparición de géneros tecnológicos y poder hacer algo de lo que yo hacía con otro tipo de géneros. Esos juegos me mantienen vivo.

-Hoy pareciera que para ser famoso el diseñador tiene que, además, ser un poco show, estar en programas de televisión, actuar, incluso hasta ser escandaloso. ¿Te animarías a ser famoso como diseñador en esos términos?

-No, porque encuentro que la construcción de un personaje famoso que está vinculado con los medios de comunicación no me resulta atractivo. Y no lo digo de snob. No me seduce esa exposición porque soy un ser un poco fóbico a todo eso: jamás haría un reality y nunca haría un programa de televisión. No me gusta, no me siento cómodo.

-Además todos y cualquiera pareciera que pueden opinar…

-¡También eso! Yo no opino del trabajo de los colegas. ¡Y menos en una nota! No me interesa el figurar por el figurar, no me interesa que el Adrián Brown se anteponga a un vestido mío. Yo prefiero que se luzca el vestido. Si voy con una famosa a un evento, no salgo en la foto. Es horrible cuando te come el personaje.

-¿Creés que esto te pasa porque pertenecés a otra generación?

-Puede ser. También me pasa con las redes sociales. Esa cosa del influencer no va conmigo.

-Salir a saludar al final de un desfile debe ser una tortura…

-Al principio, el pánico escénico era grande (risas), hoy lo tomo como parte del evento. Una vez Héctor Vidal Rivas me dijo, "quedaste muy mal porque la señora Mirtha Legrand, que estaba en el desfile, te quería saludar y vos no saliste a saludar a nadie, no saliste a saludarla” (más risas). Hoy entiendo que es parte del show del momento, he tratado de sobreponerme y lo hago: salgo, saludo y chau.

El poder de los premios

Adrián Brown
Las texturas presentes en la colección de Adrián Brown

En el poco tiempo que lleva en el mercado, Adrián Brown se impuso a fuerza de mucho esfuerzo logrando ser uno de los diseñadores más reconocidos y más buscados. En una época donde todo avanza con una rapidez inusitada, el diseñador y sus diseños ya tienen premios que los elevan a una nueva categoría.

-Ganaste dos Martín Fierro, ¿sentís que tocás el cielo con las manos?

-No. El primero fue muy lindo porque reconozco, fue un sacrificio y un esfuerzo para encontrar este espacio. Fue un reconocimiento al esfuerzo más que al talento, a la creatividad, al desfile, etc. Para mí fue decir "bueno, valió la pena el esfuerzo".

-¿Y el segundo?

-Lo recibí de otra manera. Estaba feliz con el primero, entonces pensé que no lo iba a ganar aun sabiendo que estaba ternado. Cuando Valeria (Mazza, la conductora del evento) dijo que había un empate, ahí recién tomé dimensión que podía ganarlo, entonces fue más emocionante, sobre todo porque en ese momento vencí mi pánico escénico y, además, dejé de lado toda la seguidilla de comentarios maliciosos y mal intencionados del medio por los que pasé con el premio anterior.

-¿Recibiste críticas por haberlo ganado?

-Sí y siento que en parte ese fue también el motivo por el que me resistía a estar nominado nuevamente. Luego, con el premio en la mano ya no escuché a nadie y no me importó, me divertí.

-Hay quienes dicen que el Martin Fierro le da visibilidad a la moda, ¿estás de acuerdo con eso?

-Me parece que no.

-Hablando de premios, el año pasado recibiste en Dolores, tu pueblo natal, un reconocimiento

-¡Sí! Es muy lindo ser considerado por mi pueblo como Hijo Dilecto de Dolores, un reconocimiento inesperado que me llena el corazón.

Con lágrimas en los ojos, el diseñador cuenta que fue reconocido en el Salón Blanco del Honorable Concejo Deliberante de la Municipalidad de Dolores, un espacio que reunió a 350 personas para homenajearlo. “Fue muy importante ver a mi familia, a todas esas señoras que fueron maestras mías, profesoras mías, mis compañeras y compañeros de clase ahí por mí. Después de eso, organicé un brindis que se transformó en una fiesta en el Club Social, a media cuadra del salón, con disc jockey que puso música de los 80. Hicimos un festejo que fue el verdadero broche de oro de mi año. Sentí que ese fue un premio verdadero, auténtico, sentido y honesto”.

Adrián Brown
"El primer vestido que vendí fue a la mamá de Angie Landaburu".

-¿Cuál fue el primer vestido que vendiste? ¿Sabés quién lo tiene?

-La primera cliente que tuve en el local de la Galería Promenade del Hotel Alvear fue la mamá de la influencer Angie Landaburu que le compró un vestido corto de terciopelo negro con la pechera bordada en brocato dorado. El vestido se llama Alexander.

-Tres palabras que definan tu moda y tu estilo.

-Atemporal, entusiasta, porque siento que mis vestidos entusiasman y perenne.

-¿Qué es el éxito?

-Cuando una clienta me dice que tiene vestidos míos y que los usan muchas veces, es lo mejor que me puede pasar, me reconforta. También cuando vienen, los reformo y siguen en carrera.

-¿Es un trabajo arduo encontrar ese ese hilo conductor que hace a tu moda y a tu estilo?

-No porque es lo que me sale. A veces quiero salir de esa trampa e ir hacia otro lado pero termino en los volados, los moños, en esa moda de finales de los 70 y principio de los 80. Siempre hay volumen, siempre hay mangas, siempre hay una falda recta… ese es mi ADN.

-¿Te gustaría que tu marca continúe después de vos? ¿Lo pensaste en algún momento?

-No lo pensé. Y en el caso de tener una sucesora jamás pensaría ni condicionaría a mi hija como tal, que si esto no le interesa que haga lo que tenga ganas y lo que sea su verdadera vocación. En un caso extremo, me encantaría que Victoria siguiera aún contratando a un director creativo. En ella descansaría, estaría chocho.

-Si te ofrecieran ampliar el negocio con otros locales, ¿lo harías?

-No me veo expandiéndome. Cuando me ofrecieron el año pasado un local en el Patio Bullrich, dije que no porque no me veo como haciendo otra línea

-Si mirás para atrás, ¿qué ves?

-Veo crecimiento, un crecimiento tal vez un poco rápido. Creía que habiendo empezado tardíamente con mi vocación me iba a costar mucho, iba a ser mucho más difícil y en realidad fue bastante más rápido de lo que creía. Estoy feliz.

MODELO @delfibarnes para @lomanagement

FOTOS @chrisbeliera

VÍDEO @ramapalais

ESTILISMO @alegarcia360

MAQUILLAJE Y PEINADOS @vvidafane para @sebastiancorreaestudio

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