Con apenas 10 años, Gabriella de Mónaco empieza a demostrar que lleva la elegancia en la sangre. Durante su visita oficial a Vic-sur-Cère, en la región francesa de Cantal, la hija de los príncipes Alberto y Charlene fue la gran protagonista del acto: recibió las llaves de la ciudad y fue homenajeada con la inauguración de una plaza que lleva su nombre, como parte del programa de rehabilitación del centro urbano.
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Aunque es su hermano mellizo Jacques quien ocupará algún día el trono de Mónaco, Gabriella ya deja claro que tendrá un rol activo y visible dentro de la familia real. Este viaje es parte de una serie de eventos planificados para destacar su figura, entre ellos, la apertura de una mediateca en Mur-de-Barrez y un jardín botánico en Carlat, ambos bautizados también con su nombre.
Un look floral y sofisticado para una niña royal
Para esta ocasión tan especial, Gabriella apostó por un conjunto fresco, elegante y muy en sintonía con su estilo. Llevó un vestido de gasa sin mangas con estampado floral, firmado por Dolce & Gabbana, ideal para las altas temperaturas del verano europeo. Esta prenda marcó un pequeño giro en su estética, con un aire más maduro, pero sin perder la dulzura y espontaneidad propias de su edad.

Como calzado, repitió unas sandalias planas de Dior que ya había lucido en otro acto reciente. Se trata de un modelo confeccionado en lona natural con efecto rafia y detalles en cuero beige, valuado en 480 euros. La elección de estas sandalias reafirma su inclinación por looks cómodos pero de alta gama.

Completó el look con un par de gafas de sol, accesorio que suele usar junto a su hermano Jacques y que se convirtió en un sello compartido entre los mellizos. Gabriella, que aún no utiliza joyas vistosas, logra con estos toques crear una imagen elegante, fresca y con personalidad.
Gabriella, la nueva cara visible del principado
Gabriella recibió al nacer el título de condesa de Carladès, en honor al vínculo histórico que une a la familia Grimaldi con esta región francesa. En su primera visita oficial con agenda propia, demostró soltura, carisma y una actitud digna de su rol.

El propio príncipe Alberto ha manifestado su deseo de que su hija tenga una participación activa en los compromisos institucionales del principado, acompañando a su hermano en actos públicos y desarrollando una identidad propia como miembro de la familia real.



Sin dudas, su estilismo, cada vez más definido, acompaña esa proyección y anticipa el impacto que Gabriella tendrá en la escena royal europea en los próximos años.
Fotos: Fotonoticias
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