Mientras todas las miradas de este 23 de octubre se posaron sobre Charly García a raíz de su cumpleaños número setenta que desencadenó una serie de homenajes en todo el país, es oportuno conocer quién es la mujer que apuntala al legendario cantante cada uno de sus días desde 2008. Se trata de Mecha Iñigo, una joven ex modelo a quien se la señala como una de las personas claves en la vida del artista.
Muchos coinciden en que su presencia ha sido fundamental en la recuperación que ha evidenciado el autor de éxitos como “Demoliendo Hoteles”. Si bien siempre ha mantenido un perfil bajo, hace un tiempo dio una entrevista a La Nación en donde habló del tema y consideró que, con la ayuda de Palito Ortega, formaron una verdadera estructura para contenerlo.
“Era como si él pensara: ''Con esta gente voy para adelante''. Y se armó un círculo que él ya lo tiene muy adentro. Pero Charly es el más importante en este proceso porque se puso las pilas, y por más que uno le diga: ''Hacé, hacé'', él es el que hace o no hace. Y por suerte siempre hizo”, contó.
Ella lo conoció cuando tenía 18 años
Era un momento en el que Charly necesitaba una mujer para sus show y fue así que, con 18 años, Mecha se presentó a lo que pensó que era un casting y terminó siendo una selección inmediata. Obviamente que ese primer contacto fue meramente profesional, pero hay que destacar que eran momentos muy intensos por la exposición.
Ella luego empezó a trabajar en una reconocida agenda de modelos de la época, con la tarea de ser reclutadora de nuevos talentos. “Yo estaba todo el tiempo con él, pero porque quería hacer bien el trabajo. La lista de temas de los shows y las cosas cambiaban todo el tiempo así que yo me quedaba pegada a él para no equivocarme. Entonces surgió el personaje de la talibana”, dijo.
La diferencia de edad
“Mi relación con él siempre fue re natural. Siento que no tiene edad, podés hablar de todo. Hay cada boludo de 20 con el que no podes hablar de nada… De chica siempre estuve relacionada con gente más grande”, recordó. Si bien sus padres “nunca dijeron nada” de la diferencia de edad, también entendieron que el vínculo era real en cada uno de los gestos que ella tenía acompañándolo en la quinta de Lujan en donde hizo su recuperación.
“Es amor. Es compañerismo, admiración y muchas cosas más. Me gusta mucho estar con él y trato de que estemos bien los dos. Es como el amor en general, en todas sus facetas”, dijo. “Es un vínculo casi energético. Sentís que el destino te lleva. No te digo que somos uno, pero él es parte de mí y yo soy parte de él", agregó.
