La Semana de la Moda de París volvió a hablar el idioma de lo femenino, y esta vez fue Chloé quien lo tradujo con flores. La diseñadora Chemena Kamali presentó una colección que reafirma el ADN romántico de la casa, con estampados, siluetas fluidas y ese aire de libertad que define a la chica Chloé desde los años 70.

El regreso de la ligereza femenina
Kamali —que vivió su tercera etapa en la firma— retomó los códigos históricos creados por Gaby Aghion, fundadora de Chloé y pionera del prêt-à-porter parisino. En tiempos donde la moda busca reencontrarse con la autenticidad, la diseñadora propuso una elegancia sin artificios, hecha de capas suaves, transparencias y movimiento.

Las flores fueron protagonistas: no solo como estampado, sino como lenguaje visual. Aparecieron en vestidos vaporosos, en abrigos con textura brillante y en faldas anudadas que parecían bailar con cada paso. "Es ropa hecha por mujeres, para mujeres. Intuitiva, cambiante, viva”, dijo Kamali tras bastidores.

Los tonos pastel y el nuevo largo de la temporada

El desfile dejó dos mensajes claros para las próximas temporadas:
- Los tonos pastel vuelven con fuerza (amarillos perlados, rosas suaves, grises humo y arena).
- El largo cae con autoridad: las faldas y vestidos llegan al tobillo, marcando una nueva línea de elegancia natural.

El vestido-abrigo fue la pieza estrella: una mezcla entre prenda exterior y silueta envolvente que sugiere sin mostrar. En algunos looks, el drapeado y los hombros amplios recordaron los años 80, mientras que la cintura caída devolvió ese aire relajado de los 2000.

Romance con estructura
La propuesta de Chloé equilibra romance y disciplina: telas que flotan, pero con cortes precisos. Es un guiño a Karl Lagerfeld y su época en la maison, pero reinterpretado desde el presente.

Los volados, plisados y cinturones finos marcan el movimiento y la figura, sin rigidez. Todo parece estar en su lugar, pero sin esfuerzo.

Lo que aprendimos del desfile
Si algo dejó claro Kamali es que la feminidad contemporánea puede ser tan suave como firme. En tiempos donde la moda tiende a lo extremo, Chloé propone volver a la sensibilidad:

- Apostar por los estampados florales sin caer en lo naïf.
- Recuperar los pasteles como símbolo de calma y confianza.
- Reivindicar la elegancia del largo midi o tobillero.
- Jugar con capas, texturas y movimiento.

La “chica Chloé” sigue viva
Chemena Kamali no solo revivió la historia de Chloé; la hizo evolucionar. Con esta colección, demostró que el pasado puede dialogar con el presente sin nostalgia: solo con belleza.
En un mundo que corre, Chloé vuelve a recordarnos que la suavidad también puede ser una forma de poder.

Desfile Chloé 
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