Camila Romano despidió el año con una cena íntima en las terrazas del Palacio Duhau, un encuentro pensado para celebrar, agradecer y cerrar un 2025 lleno de logros. Rodeada de amigas cercanas, la diseñadora creó una velada que reflejó su sensibilidad estética y su modo tan personal de recibir: cálido, detallista y profundamente elegante.
Una ambientación pensada para sentir
La puesta en escena llevó la firma de Marisa Tenguerian, quien trabajó junto a Camila para definir la atmósfera exacta que querían transmitir: comodidad, cercanía y sofisticación.
La paleta mocha mousse —con tonos mocha, beige y crudo— marcó la identidad visual de la mesa: suave, femenina y actual. Las servilletas confeccionadas en el atelier de Camila, la vajilla minimalista y las gift boxes personalizadas completaron una ambientación armónica y coherente, donde cada detalle tenía un propósito.
Para esta ocasión, Camila trabajó junto al equipo del Palacio Duhau en un menú exclusivo.
El plato principal fue pesca del día a la plancha, acompañada de cremoso de brócoli, palmitos grillados, semillas crocantes y un toque de gremolata.
El cierre dulce combinó sabores frescos y texturas: frambuesas, frutillas e hibiscus con cremoso de queso y frutillas al limón, sobre una base de texturas crocantes y ganache de cacao y frutos rojos.
El look de la anfitriona
Fiel a su estilo, Camila llevó un vestido midi de cuello halter con pequeño volado, confeccionado en satén de seda natural champagne. El diseño incluía un delicado drapeado y una falda con tajo y frunces, una silueta femenina y elegante que acompañó la estética de la noche.
Completó su look con zapatos nude hechos a medida por Claude Benard.
La mesa reunió a mujeres destacadas por su dedicación y trayectoria en distintos ámbitos:
María Belén Ludueña, Dominique Metzger, Vicki Miranda, Lorena Ceriscioli, Macarena Lemos, Marisa Tenguerian, Elbita Marcovecchio, Chloé Bello, Moira Berntz, Victoria Saravia, María C. Pedrayes y Rocío Vivas. Todas compartieron una velada que celebró los vínculos, la sensibilidad y los proyectos que las unen.
Una celebración con sentido
“Pensé esta comida, los detalles y este espacio maravilloso que me representa y me gusta tanto. Invitar, agasajar y disfrutar algo lindo para empezar este 2026. Celebrar con amigas queridas para agradecer y compartir. Vivir experiencias tan bellas y soñadas, que quedan en nuestros recuerdos, me parece un gran cierre de este año”, expresó Camila.
La noche dejó un clima de cercanía, belleza y disfrute compartido, una forma cálida y personal de cerrar el año y abrir la puerta a un 2026 lleno de nuevos proyectos, encuentros y momentos para atesorar.
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