Las rodillas son una de las zonas del cuerpo que más le cuesta mostrar a la reina Letizia. Un complejo que padece desde hace varios años y que trabaja para lucirlas más tonificadas.
Después de determinada edad, hay una parte del cuerpo que a las mujeres siempre nos acomplejan y son sin dudas las rodillas. Y eso no nos pasa solo a nosotras, también a la reina Letizia que en la mayoría de sus apariciones públicas las esconde o las muestra de forma sutil frente a otras partes de su cuerpo como su espalda o sus brazos que potencia en la mayoría de sus looks.
Desde el verano del 2018, la monarca decidió darle un vuelco a su guardarropas y en gran parte de sus apariciones en públicas elige vestirse con prendas de largo midi y no por protocolo, sino porque no le gusta esa parte de su cuerpo.
Cuentan en un diario español que en una oportunidad, la mujer de Felipe VI le dijo a una vendedora de un local que tenía las rodillas feas y por ello explicaron expertos consultados que no descartan incluso que se haya tocado esa parte de su cuerpo, como ha hecho con otras, como nariz, los pómulos, los labios o el pecho.
Las rodillas, como los codos, están en constante movimiento y entre los 35 y los 40 años comienzan a acusar el paso del tiempo: la piel se deshidrata, se pone flácida y comienzan a aparecer las arrugas.
También, las rodillas a veces sufren el efecto de la retención de líquidos y para evitarlo, necesitamos estimular el sistema linfático y eliminar toxinas con buenos hábitos como el ejercicio y una dieta rica en fibra y proteínas.
La piel de las rodillas además es más fina, sin densidad y con apenas glándulas sebáceas. Por eso es más fácil que aparezca flacidez localizada, incluso arrugas o engrosamiento como ocurre también en codos y talones.
Para combatir este efecto, necesitamos renovar y reforzar el colágeno así como tensar y trabajar el descolgamiento de la piel.
Además, las rodillas también pueden sufrir flacidez por la menopausia que provoca una caída importante de los estrógenos o también derivada de una dietas baja en proteínas que no favorece la formación de elastina y colágeno, y por supuesto, por la vida sedentaria, que, como en casi todas las patologías, tampoco ayuda en el proceso de recuperación y fortalecimiento de estas.
No podemos luchar contra el paso del tiempo, pero sí podemos tomar medidas para que los signos del envejecimiento en zonas tan delatoras como los codos y las rodillas se noten menos.
Lo primero que hay que hacer es una buena exfoliación de estas zonas entre una y dos veces a la semana. Si la zona se ha oscurecido por el paso del tiempo puedes aplicar remedios caseros, como frotar las áreas afectadas con medio limón unas tres veces por semana y hacerlo además por la noche para que el sol no cause la aparición de manchas en la zona de la piel que ha sido tratada con el cítrico.
Otro aspecto básico es la hidratación. Para conseguir buenos resultados se deben hidratar los codos y las rodillas todas las noches.
El deporte no te va a evitar envejecer, pero si tienes unos músculos fuertes habrá menos piel flácida y, por tanto, la zona de codos y rodillas se verá mejor. Al practicar deporte hay que tener especial cuidado con las articulaciones, puesto que pueden resultar dañadas. Pero también hay ejercicios específicos que puedes hacer para reforzar esta zona de tu cuerpo; no solo mejorarás su funcionalidad, sino también su estética.
El spinning, el yoga, el pilates, el pádel o el entrenamiento con pesas son una buena opción para trabajar tus articulaciones y mantenerlas en buen estado.
Todos sabemos lo nocivo que puede ser el sol para la piel y lo importante que es aplicarse un buen protector solar; lo que quizá no sepas es que si tomas una serie de precauciones al tomar el sol también mejorarás el aspecto de tus rodillas y codos. Lo primero que debes hacer es aplicar protector solar también en estas zonas. Además, al tomar el sol procura mantener las rodillas estiradas lo máximo que puedas, así evitas que el sol incida más en las rodillas y las deje más oscuras que el resto de la piel.
Para que tus articulaciones luzcan el mejor aspecto posible no debes olvidarte de seguir una dieta sana en la que no falte ninguno de los nutrientes que son esenciales para tu cuerpo. Tampoco debe faltarte una buena hidratación. Para ello, los expertos recomiendan tomar unos dos litros de agua al día.