Juana Repetto atraviesa su segundo trimestre de embarazo con reposo indicado por un acortamiento de cuello del útero, consecuencia de una operación por VPH. Ahora, la actriz reveló que, además, presenta placenta baja, un factor que podría condicionar la manera en que dará a luz.
En diálogo con sus seguidoras, contó las novedades de su tercer embarazo. "¿Pensas parto como el de Beli?" le preguntaron, recordando que Juana dio a luz a su segundo hijo con un parto natural.
"Me encantaría, pero lamentablemente por ahora no podría estar pudiendo planificar un parto como el de Beli. No por lo del cuello del útero, no tiene nada que ver con eso. Aparte tengo la placenta baja", comenzó contestando.
"Este chiquito vino a revolucionar todo, uno no puede controlar absolutamente nada. Pero en la próxima ecografía va a ser fuerte, porque me miden el cuello del útero y vemos cómo está la placenta. Si no se movió para la próxima ecografía va a ser difícil que se mueva. Así que por ahora no puedo planificar nada, como viene del inicio esto, no pudo planificar nada, como vino del inicio este niño que vino sin ser planificado", completó.
Minutos después, ante otra consulta sobre la posibilidad de cesárea, Juana fue contundente:
"Lamentablemente sí", contestó.
"Y si bien es algo que en mis embarazos anteriores hubiera sido un DRAMA y me hubiese costado muchísimo aceptarlo y asimilarlo, esta vez ya lo asimilé (después de unas cuantas lloraditas, admito), pero hoy tengo otras prioridades, por el bebé y fundamentalmente por mis otros dos hijos. Así que voy a la próxima eco con toda la energía de que el cuello esté igual. Si la placenta no subió, ¡no subió!", completó.

Juana, que con su hijo menor de 4 años tuvo un parto en el agua, sin anestesia ni medicalización, muestra con estas declaraciones un enfoque diferente: su prioridad ahora es que su embarazo llegue a término de la manera más segura para ella y su bebé.
Qué es la placenta baja o previa
La placenta baja, también conocida como placenta previa, ocurre cuando la placenta se implanta en la parte baja del útero, cubriendo parcial o totalmente el cuello uterino. Este cuadro puede provocar sangrados durante el embarazo y, en algunos casos, representar un riesgo para el bebé si se intenta un parto vaginal.
Generalmente, los médicos recomiendan control ecográfico frecuente, ya que con el crecimiento del útero la placenta puede “subir” y permitir un parto vaginal seguro. Sin embargo, si no ocurre este desplazamiento, la cesárea se vuelve necesaria para proteger la salud de la madre y el bebé.
El seguimiento suele incluir ecografías cada pocas semanas y, en algunos casos, reposo relativo para reducir riesgos. Tal como explicó Juana, la combinación de acortamiento de cuello del útero y placenta baja hace que sea difícil planificar el parto, y la prioridad ahora es la seguridad y el bienestar de su hijo.
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