La China Suárez se mostró muy sincera al hablar de su reciente mudanza a Turquía, concretada en marzo de este año. Reconoció que la decisión fue rápida: “Fue demasiado rápido, no me voy a hacer la boluda”, contó, y agregó entre risas que su entorno cercano no dejó de avisarle sobre lo apresurado del cambio. “Me lo dicen, no es que no me lo dicen, tengo un entorno muy chiquito pero me caga a pedos”.
Sobre su día a día, explicó cómo organiza la vida de sus hijos en el país: se levanta y los lleva al colegio, que es bilingüe, y aclaró que la experiencia es transitoria.
En ese marco, detalló cómo lo comunicó a Nicolás Cabré y Benjamín Vicuña, con quien mantuvo -y aún lo hace- una relación conflictiva sobre los viajes de Magnolia y Amancio a Estambul.
“Es lo que yo les dije a Nicolás y a Benjamín, que esto es algo transitorio, no es que me los estoy llevando de por vida (...) Y no fue fácil. Les dije ‘mirá, me está pasando esto’. Mis hijos siempre vivieron conmigo, siempre fuimos muy relajados con esto porque me fui a España a filmar y me los llevé conmigo... El año pasado Benjamín me dijo ‘me salió un proyecto en España, son tres meses y no sé qué hacer...’. Yo le dije aceptalo, después vemos cómo hacemos”, explicó.
La China destacó los beneficios de la mudanza para sus hijos: están aprendiendo turco y conociendo otras culturas. También contó que Rufi decidió acompañarla: “Con los chiquitos (por Magnolia y Amancio) fue más complicado justamente porque son chiquitos”, dijo en referencia a la conflictiva relación que mantiene con Vicuña, con quien se cortó el diálogo y solo se arreglan vía sus abogados.
La actriz explicó que la mudanza coincidió con un momento particular de su carrera: “Me agarró en un momento que pude hacerlo. Si me hubiese pasado a los 20 hubiese sido imposible porque yo tenía el sueño de ser actriz, pero justo el año pasado filmé un montón de proyectos que se estrenaron todos seguidos y dije, ‘¿qué pasa si un año estoy un poco más tranquila y espero un proyecto que me encante?’”.
La parte romántica con Icardi
La charla con Pergolini también dejó momentos muy íntimos sobre su relación con Mauro Icardi. La China recordó que, al principio, “para mí Icardi era mala palabra” y explicó que su entorno le decía que terminaría con él, algo que ella descartaba. Icardi, por su parte, destacó que mucha información se difundió desde “el otro lado” y que la verdad no se conoció del todo.
La pareja habló también de los regalos que se hacen: para su primer aniversario, Icardi le preparó un obsequio que la China adelantó y mostró en redes. La actriz valoró la atención y la sensibilidad de su pareja: “El sentir que un hombre escucha lo que querés, que está atento, que te regala una flor, son cosas que yo soñé toda mi vida”, dijo.
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Pergolini bromeó sobre cómo habrían sido sus veinte años juntos, y la conversación derivó en cómo se adaptan a la convivencia diaria: ella, desordenada; él, ordenado y meticuloso. La China admitió que algunos hábitos de Icardi son nuevos para ella, pero que la manera de pedírselos hace la diferencia.
Con estas declaraciones, queda claro que la mudanza a Turquía fue rápida pero consciente, que la actriz priorizó la coordinación con los padres de sus hijos y que su relación con Icardi combina romance, detalles cotidianos y gestos que fortalecen el vínculo.
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