"Mi deseo para esta Navidad es tener una familia": la historia de Nata, un chico de 14 años que pide ser adoptado - Revista Para Ti
 

"Mi deseo para esta Navidad es tener una familia": la historia de Nata, un chico de 14 años que pide ser adoptado

Nata tiene 14 años, vive en un hogar de Rosario y se animó a decir en voz alta algo que muchos chicos callan: no quiere más esperar y sueña con tener una familia.
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Hay pedidos que no entran en una carta a Papá Noel. No porque sean imposibles, sino porque son demasiado esenciales. Nata tiene 14 años y su deseo no es un celular nuevo ni unas zapatillas de moda. Su deseo es una familia. Lo dice así, sin vueltas, mirando a cámara, con esa mezcla de timidez y valentía que solo tienen los chicos que aprendieron demasiado pronto.

El video dura apenas un minuto y cuarenta segundos. Tiempo suficiente para que la historia quede grabada en quien lo mira. Nata vive en un hogar en el centro de Rosario desde hace poco más de un año. Sus padres están privados de la libertad. Su infancia estuvo marcada por la violencia. Y aun así —o tal vez por eso— se anima a pedir algo que nunca debería tener que pedirse.

Este es su llamado. Sus palabras, tal como las dijo:

"Hola, soy Nata. Tengo 14 años, hace un poco más de 1 año que estoy en un hogar en el centro de Rosario. Me gusta mucho el deporte, hago natación dos veces por semana, es un deporte que disfruto demasiado, me divierte, me relaja, me mantiene la mente en blanco, disfruto de salir con mis amigos, a tomar una coca, a salir a jugar a la pelota, charlar.

Voy a la escuela, voy a segundo año, me cuesta demasiado, pero estoy tratando de ir todos los días, esforzarme, me va a ayudar el día de mañana y me va a ayudar a ser alguien mejor y cambiar la historia de mi familia.

Nací en Santa Fe, mis padres estaban privado de libertad. Viví de más allá situaciones de violencia, algo que no quisiera repetir, de maltratos, de gritos, de discriminación. Fue algo demasiado grave y doloroso para mi infancia.

Cuando tenía ese año, mi mamá me llevó a tribunales para darme una adopción, cosa que yo no quería porque siempre mi sueño de chiquito puede tener una familia, un papá y una mamá, cosa que nunca puede cumplir y me tuve que ir a un hogar.

Hoy en día estoy en un hogar, eh no me hace falta nada, por más que me dan todas las cosas materiales que yo necesito, pero no es lo que yo anhelo ni lo que yo quiero.

Lo que yo quiero y anhelo con toda mi alma es tener una familia. Mi deseo para esta Navidad es tener una familia, sentirme cuidado, contenido y en lo que yo pueda sonreír de verdad y por primera vez sentir esa sensación de tener una una mamá y un papá.”

La historia especial de Nata

Nata nació en Santa Fe. Tiene 14 años. Va a segundo año del secundario y reconoce que le cuesta. No lo disimula. Dice que va igual, que insiste, que sabe que estudiar puede ayudarlo a “ser alguien mejor” y a cambiar la historia familiar. Va a terapia cada quince días. Nada heroico. Nada extraordinario. Solo un adolescente intentando sostener su vida.

En el hogar no le falta nada material. Tiene comida, ropa, una cama. Pero hay ausencias que no se cubren con horarios ni con rutinas. La ausencia de alguien que pregunte cómo estuvo el día. De alguien que espere. De alguien que se quede.

Cuando tenía 12 años, su mamá lo llevó a Tribunales para darlo en adopción. Él no quería. Soñaba —sueña— con una familia. Con un papá y una mamá. Hoy dice que también estaría dispuesto a una familia monoparental. Que le gustaría que sea en Rosario o cerca, para no perder sus vínculos. Que quiere algo simple: tiempo compartido, acompañamiento, una habitación propia.

El video fue publicado por el Registro Único de Aspirantes a Guarda con Fines Adoptivos de Santa Fe (RUAGA), con autorización judicial y legal. No es una exposición improvisada. Es un pedido urgente.

Hay historias que incomodan porque nos obligan a mirar donde solemos pasar de largo. La adolescencia en adopción es una de ellas. Chicos que ya no son bebés, que traen historia, preguntas, heridas. Chicos que no encajan en el ideal rápido de familia.

Mientras tanto, Nata sigue haciendo lo que puede: va a la escuela, nada dos veces por semana, sale con amigos, toma una coca, juega a la pelota. Y espera.

A veces, una familia empieza con un mail. A veces, empieza escuchando de verdad cuando un chico se anima a decir lo que necesita.

Porque hay deseos que no deberían esperar. Y porque ningún chico debería tener que pedir, en voz alta, algo tan básico como una familia.

CONVOCATORIA PÚBLICA NACIONAL NRO. 81/2025 ENTRE RUAGA Y JUZGADO 3 DE FAMILIA, ROSARIO. Interesados enviar mail a: [email protected]

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