En una ciudad que no descansa, Recoleta Grand propone una pausa. No ya una desconexión total, sino un modo distinto de habitar Buenos Aires: con la serenidad de quien ya pertenece. Parte de Tribute Portfolio de Marriott International, el hotel se ha convertido en un punto de encuentro para quienes buscan una experiencia sofisticada, cercana y memorable.

El edificio, de alma contemporánea y en sintonía con la elegancia del barrio, se encuentra en las etapas finales de su proceso de remodelación. Sus 142 habitaciones y suites fueron diseñadas para reflejar la esencia porteña: luz natural que inunda cada espacio, materiales nobles que transmiten calma; belleza discreta, sin artificios.

Un refugio urbano bajo una cúpula de cristal
El corazón del hotel late en The Atrium, un salón vidriado que combina cascadas verticales, vegetación y guiños Art Déco. Durante el día, el sol atraviesa el techo y convierte el lugar en un oasis silencioso en medio de la ciudad. Es un espacio que invita a leer, a escribir, a pensar, o simplemente a mirar. Allí también se despliega la propuesta gastronómica liderada por el chef ejecutivo Maximiliano Matsumoto, con desayunos frescos, platos de estación y cócteles de autor que acompañan sin pretender protagonismo. En The Atrium, la belleza no busca deslumbrar, sino acompañar.


En la planta baja, Café de Prensa es un homenaje a la memoria cultural argentina. Los muros, cubiertos con discos de vinilos que decoran, dialogan con un sistema de sonido analógico de alta gama —un tocadiscos Thorens TD 158, un amplificador McIntosh MC 312 y un preamplificador C5— que da vida a una colección de vinilos cuidadosamente seleccionados.


Dizzy Gillespie, Miles Davis, Claudine Longet o Egberto Gismonti son parte del repertorio que envuelve el ambiente mientras las tazas de café se enfrían lentamente. Es fácil perder la noción del tiempo allí, entre la música, las voces bajas y el aroma del café de especialidad.

Recoleta Grand fue pensado para una nueva generación de huéspedes: los que combinan trabajo y placer. Sus espacios de coworking y salas de reunión cuentan con pantallas interactivas, sonido HD y streaming de alta calidad, pero mantienen la atmósfera de un salón elegante más que la de una oficina.

El concepto de bleisure se entiende aquí como una filosofía: hacer bien lo que se hace, pero sin sacrificar la experiencia del lugar.

Una ciudad para recorrer sin prisa
En la puerta, la ciudad espera. Buenos Aires tiene hoy más de 300 kilómetros de ciclovías que conectan parques, avenidas y barrios culturales. A menos de 100 metros del hotel, las estaciones EcoBici Plaza Vicente López y Riobamba permiten sumarse al pulso urbano en dos ruedas. Recoleta Grand ofrece sus propias bicicletas a sus huéspedes, sin cargo.

Desde allí, la bicisenda puede llevar hacia Palermo, con su Rosedal y los lagos del Parque Tres de Febrero; hacia Recoleta, con su cementerio monumental, museos y cafés centenarios; o hacia la Costanera Sur, donde el aire del río recuerda que Buenos Aires también tiene horizonte.

El lujo de sentirse bien
Entre paseo y paseo, el hotel invita a detenerse. La piscina en la terraza, el spa y el gimnasio, que abrirán a tiempo para el inicio de la temporada, completan la experiencia de bienestar con un enfoque urbano. No hay exceso, sino equilibrio. No hay promesas de evasión, sino la posibilidad de reconectar con uno mismo en medio del movimiento.

El verdadero lujo está en los detalles que no se ven: en la sonrisa del equipo que recuerda un nombre, en el silencio bien dosificado, en la naturalidad con la que todo parece fluir. "Recoleta Grand es un lugar al que los huéspedes y los locales vienen para vivir Buenos Aires de otra manera: con un espíritu mucho más relajado, cosmopolita y actual. Tenemos una agenda cultural propia, propuestas gastronómicas que reinterpretan lo local y espacios pensados para generar encuentros”, explica Mauricio Secco, general manager, Recoleta Grand & Mansión Mihura.

Hospedarse aquí no es solo dormir en un hotel cinco estrellas. Es descubrir una forma distinta de estar en la ciudad. Desde sus ventanales se vislumbran los árboles de Recoleta, las cúpulas antiguas, el ritmo de los transeúntes. Afuera, la vida late; adentro, el tiempo se ralentiza.
Recoleta Grand invita a encontrar belleza en lo cotidiano: en el sonido de un vinilo, en la textura del café, en la calma de una habitación bañada por la luz de la tarde. Es, en definitiva, una invitación a vivir Buenos Aires con pausa, con curiosidad y con estilo.
Para descubrir las experiencias únicas y cosmopolitas que Recoleta Grand tiene para ofrecer en su viaje a Buenos Aires, visite la central de reservas del hotel, o comuníquese a los teléfonos (+5411) 7079-0589 o (+54911) 3202-4968 (WhatsApp).