En invierno, hay sabores que no solo abrigan el cuerpo, sino también el alma. La sopa de miso es uno de ellos. Liviana, rápida y profundamente sabrosa, este clásico japonés se volvió un must en cocinas de todo el mundo por su perfil saludable y su capacidad de reconectar con lo simple.
Originaria de Japón y consumida hace más de mil años, la sopa de miso forma parte de la tradición del washoku, la cocina nipona reconocida por la UNESCO como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. Un plato que equilibra lo nutritivo y lo espiritual, y que demuestra que no hacen falta grandes ingredientes para lograr una experiencia sensorial profunda.
Ingredientes para la sopa de miso:
- 3 tazas de agua
- 2 cucharadas de pasta de miso (blanco o rojo)
- 1/2 taza de tofu firme cortado en cubos pequeños
- 1 cucharada de algas wakame secas (hidratar previamente)
- 1 cucharadita de dashi instantáneo
- Cebolla de verdeo picada (para decorar)
Paso a paso de la sopa de miso:
- Paso 1: Calentá el agua en una olla. Si usás dashi, agregalo ahora.
- Paso 2: Disolvé el miso en un poco del agua caliente aparte y luego incorporalo a la olla. Importante: no dejes que hierva, para preservar los probióticos.
- Paso 3: Sumá el tofu y las algas ya hidratadas. Cociná durante 2 a 3 minutos.
- Paso 4: Serví caliente, con cebolla de verdeo fresca por encima.
¿Por qué sumar la sopa de miso a tu menú de invierno?
- Es liviana pero saciante, ideal para cenas o como entrada.
- Aporta probióticos naturales que mejoran la digestión.
- Es fácil de preparar y no requiere ingredientes complicados.
- Tiene un sabor profundo y reconfortante, gracias al umami del miso.
En Japón, esta sopa se toma todos los días. Acá, puede ser tu ritual de autocuidado en medio del frío.
¿Qué es el miso y por qué es tan valorado?
El miso es una pasta fermentada de soja (a veces con arroz o cebada), que se usa como base para caldos, salsas o marinadas. Su sabor umami —intenso y salado— lo convierte en un ingrediente estrella en la cocina oriental. Además, al ser fermentado, contiene enzimas y bacterias beneficiosas para la flora intestinal.
Para tener en cuenta:
- Usá miso sin pasteurizar si buscás conservar los beneficios probióticos.
- Podés reemplazar el tofu por hongos, si querés una versión más aromática.
- Sumale fideos de arroz para una sopa más completa.
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