Muebles nuevos y reciclados se codean en el living, acentuados aún más por la mezcla de texturas, colores y materiales.
Es un espacio sencillo, con un sofá en terciopelo oscuro y dos sillones individuales rescatados. Un puf de fibras, una mesita retro y un espejo ojo de pez completan esta deco cálida y ecléctica.
Junto al comedor, sorprende un antiguo mueble tocadiscos que se convirtió en bar, con renovación en pintura y detalles metálicos. Hoy, es uno de los protagonistas de esta casa.
El comedor está integrado al living y ofrece una mesa con tapa de cemento y sillas metálicas vintage pintadas de negro.
La cocina también esta integrada al living comedor. Tiene una gran barra de cemento alisado acompañada por dos banquetas altas metálicas Tolix, en color plateado.
La pared del fondo está revestida en venecitas verdes que le dan un soplo de color al ambiente. Sobre la barra caen tres lámparas formadas por botellas de cristal cortadas y transformadas en luminarias.
Por encima de la cocina se armó un entrepiso donde se ubica el escritorio de Clara, la dueña de casa, y al que se sube por una escalera caracol.
Un mix de muebles antiguos componen el original espacio de trabajo de la dueña de casa. Prevalece la madera lavada o con un toque de color, y no faltan guirnaldas de luces, alfombras, corchos y grillas con fotos, entre otros detalles que suman calidez.
El dormitorio principal tiene una puerta que lo abre al jardín y que lo baña de luz. Un antiguo espejo de pie con marco dorado se acomoda en un rincón, junto a la mesa de luz retro.
EL PH suma un agradable jardín con una mediasombra que Clara armó con una manta antigua colgada a modo de toldo: el sol cruza sus flores caladas logrando un efecto único. Una guirnalda de luces suma un toque cool. Las paredes, en color coral, le dan personalidad a la casa.
Producción: Marité Rizzo. Fotos: Fabián Uset.
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