“NADIE PUEDE BAÑARSE DOS VECES EN EL MISMO RÍO”.
La frase -LA FRASE- del filósofo griego Heráclito empieza a contar nuestra visita al departamento de Tomás Balmaceda.
En noviembre del año pasado, mientras el doctor en filosofía, profesor y periodista., también (y más) conocido como Capitán Intriga, su nombre en las redes, estaba “en una deco”, fotografió un rincón más o menos aesthetic de su casa y manifestó ser convocado por una revista de decoración.

Nada demasiado inesperado para quien conoce sólo un poco a este licenciado y doctorado en la Universidad de Buenos Aires, profesor de grado y posgrado en UdeSA (Universidad de San Andrés), reconocido por su simpatía por la cultura pop y la divulgación alternativa y no convencional de la sabiduría.
“TODO FLUYE Y NADA PERMANECE (...) Todo cambia; nada es”.

Otra vez el presocrático de Éfeso se cruza en el camino para seguir contando que aquel rincón de orgullo deco que instagrameó Tomás -filósofo POP contemporáneo y comunicador dedicado al cruce entre tecnología y sociedad y, en particular, a la “filosofía de la Inteligencia Artificial”- ya fue. Ya no es.
Quedó archivado en las fotos de WhatsApp, cuando empezamos a conversar sobre esta producción que finalmente hicimos en otro lugar. En otro depto.
“Eliminá el hashtag #minimalista del posteo que imaginabas”, escribió Tomás Balmaceda sobre su otro departamento. “Imaginate esto ordenado”, mandó al final de un envío de imágenes. “Se me está llenando la agenda, pero tu propuesta es de las cosas lindas que tengo pendiente”. Otro, y otro: “De la última vez que hablamos me separé después de 12 años y tuve un mes para mudarme y encarar lo nuevo”.

Otro depto. “Mismo edificio... Tengo 44 años y estoy atravesando la experiencia de vivir solo por primera vez en mi vida y estar soltero por primera vez en doce años”.
Un departamento con vista ¡y banda ancha!

El departamento de Tomás Balmaceda –de aproximadamente 140 metros cuadrados- tiene habitaciones amplias y una gran terraza llena de plantas e ideal para disfrutar las mañanas del Abasto, en la próxima estación y las noches de verano porteño
“Cuando me separé escribí al dueño porque sabía que estaba vacío, y fue muy generoso con las condiciones para ser su inquilino”, cuenta Tomás. Y recuerda que apenas se mudó a su nuevo departamento su primer gesto de interiorismo y apropiación de hogar fue colgar el póster enmarcado que lo acompaña desde hace tiempo de la primera película que vio en el cine: “El secreto de la espada”, una de dibujos animados en la que He-Man conoce a su hermana, She-Ra".

El héroe de Masters of The Universe es un fetiche de la decoración estilo pop y sci-fi de Tomás Balmaceda. Pero antes... la realidad. “Si dejo de lado el romanticismo, el departamento se volvió mío cuando instalaron banda ancha”, confiesa.
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Lo primero que se ve al ingresar al departamento –por escaleras arriba- de Tomás Balmaceda es un póster (otro) de película: el de “Miss Tacuarembó”. “El libro de Dani Umpi me encantó de joven y la película de Martín Sastre con Natalia Oreiro me parece una joya”, afirma Tomás que eligió el afiche nacional y popular como estrella de la recepción de su depto, secundado por dos figuras –un caballero Playmobil XL y un enano de jardín (de interiores) y voluminosas plantas al frente.
“Me considero ´dedo verde´. Toda planta que entra a mi casa, crece. Mi favoritas son las suculentas gracias a mi amiga @mentoradesuculentas”.
Además de plantas, merch de colección de He-Man y naves de Star Trek -”Mi serie favorita. Quien las confunda con Star Wars queda automáticamente fuera de mi vida”, advierte- en el departamento de Tomás hay muchos snowglobes.

Los globitos con copos de nieve que al agitarse caen sobre edificios y monumentos emblemáticos de las ciudades capitales del turismo gobal le ponen color y destellos de luz al espacio.
“La colección no deja de crecer”, cuenta del primer snowglobe hasta el doscientos, uno al lado del otro, en el segundo y tercer nivel de una estantería metálica tipo Mecano que separa el living del comedor.
El mueble divide la planta principal del depto, entre el sobrio comedor en casi blanco total con la colorida área lúdica y pop de la sala de estar, donde manda la pantalla del smart TV y el mega Arcade original de los ´80 que Tomás presenta como el centro de entretenimiento de su casa, tal como si el mundo se hubiera detenido antes del 4K y del WiFi.

Entre los globitos kitsch nevados del mundo, en la estantería de Tomás Balmaceda hay libros.
“Son el corazón de mi departamento y de mi vida. Me encanta leer y escribir”. También disfruta de hablar y conversar, y transmitir su saber y pensamientos en comunidad a través del diálogo, como los filósofos de antes, pero AHORA.
“Soy filósofo, me encanta escribir y pensar cómo la tecnología nos cambia (¡aunque a veces no queramos!), reflexiona Tomás Balmaceda.
"Soy un convencido de que las ideas pueden ayudarnos a vivir mejor. Doy clases, hago preguntas incómodas y trato de explicar cosas difíciles sin aburrir. Creo que la filosofía no es para pocos: es para entender el mundo y animarse a transformarlo”.
En su libro más reciente, "Volver a pensar/Filosofía para desobedientes" (Galerna), escribió sobre eso: "Debemos volver a pensar, adoptar un punto de vista, ejercer el pensamiento crítico. Si queremos ser verdaderamente libres y dueños de nuestros días debemos ser desobedientes. No es ni pose de rebeldía ni simulacro de disidencia. Tenemos que desafiar lo establecido, descubrir otras miradas y conocernos a nosotros profundamente. Llegó la hora de desobedecer".
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Si no es una figura o póster animado, es una figura o afiche de la psicología de la mente, imagen recurrente en el lugar donde transcurre el episodio #15 de para ti DEPTO elegido porque todo lo que ocurre tiene una causa.
¿Un filósofo hablando, presentando y divagando sobre la decoración de su casa? Si, ¿por qué no?
“No me importa tanto si algo es de diseño o no. Me interesan las historias de los objetos, quién me lo regaló, dónde lo compré, cuándo lo empecé a amar… Lo que me importa es que mi casa sea el espacio que me abrace cuando llego”.

Tomás Balmaceda concluye que su depto es “una mezcla de hogar y manifiesto... Lo que me gusta, lo que creo y lo que quiero cuidar”.
Por supuesto, él sabe mucho más de las grandes preguntas sobre la existencia y el sentido de la vida que de tips de decoración (Tomás cuenta que usó la IA para tomar algunas decisiones de armado y diseño), pero sabe lo que hizo para que su depto sea su nuevo hogar.
“Mi departamento no solo refleja quién soy sino también la vida que estoy construyendo ahora que estoy soltero. Es una extensión de mi mundo interno: ordenado pero no perfecto, lleno de libros y pausas, con espacio para pensar y para no hacer nada, ¡pero muy conectado!. El diseño pop y el espíritu del lugar son una forma de habitar el tiempo”.

“Estética con margen de error”. Así define su estilo e impronta como decorador de su propio espacio interior.
“Me gusta que haya objetos inesperados, colores que se cuelan, rincones que van mutando. Planifico la luz, el orden y la circulación… Pero dejo que la creatividad se meta por las rendijas. La funcionalidad es importante, pero no al punto de eliminar el placer: si una silla es cómoda pero me pone triste, no va”.

Y hablando de emociones, Tomás Balmaceda destaca la mañana como el mejor momento del día en su depto. “Cuando todo está por empezar y todavía el día no me exige nada. Soy muy tempranero: pongo música suave, hago mate y dejo que el día entre sin apuro mientras me baño. Ahí el departamento no es un lugar, es un momento, un estado mental”.
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El departamento de Tomás Balmaceda tiene una cocina bien espaciosa, con una mesa grande en el centro, aunque él admite que muchas cenas y más almuerzos los hace parado.
Desde la cocina y a través de un ventanal que da a otro ventanal –cruzando el pulmón del edificio antiguo (la foto de apertura de la nota)- puede ver otro de los lugares favoritos de su casa: su oficina. “En mi oficina paso gran parte del tiempo, entre computadoras, libros y apuntes”, describe.



Y para quienes a esta altura de la nota siguen esperando “los tips” deco de un filósofo contemporáneo, acá tienen:
1.“Amueblé este depto en 15 días con Instagram y ChatGPT”.
2.“Busqué cosas lindas en redes, con precios a los que podía acceder, miré reviews y usé la IA para sacar fotos y armar recreaciones de cómo quedarían los muebles”.

3.“Me traje de mi casa anterior algunos objetos y mis amigos me regalaron detalles que hoy atesoro mucho, desde una bandeja para llevar el mate a todos lados, hasta las toallas de mano”.

Tres palabras -”refugio, libros, identidad”- le alcanzan a Tomás Balmaceda para describir su departamento que ocupó con necesidad y urgencia, se lo apropió intensamente con su estilo y, con sentido y convicción, lo llenó de su vida: “Por ahora, acá hay mucho trabajo y muchas visitas de amigos y familia… En el futuro... ¡¿quién sabe?!”.
“SOLO SÉ QUE NO SÉ NADA”.
Producción y Texto: Juan Martín Cutro. Fotos: Rocío Bustos. Diseño de Tapa Digital y retoque: Darío Alvarellos.






